América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . o, debajo deuna de ellas encontramos escalones que conducen al interior de la pirámide bajo las habita-ciones, y allí recogemos restos de ornamentos, cuentas de collar, urnas funerarias con cenizasprocedentes de carnes calcinadas y pedazos de telas quemadas de las cuales se ve aún eltejido, todo ello á tres metros de profundidad. Dirijo en seguida mi exploración á la explanada ó más bien al patio en gradería que pre-cede al palacio por el lado del camino de los Muertos, y es increíble el número de


América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . o, debajo deuna de ellas encontramos escalones que conducen al interior de la pirámide bajo las habita-ciones, y allí recogemos restos de ornamentos, cuentas de collar, urnas funerarias con cenizasprocedentes de carnes calcinadas y pedazos de telas quemadas de las cuales se ve aún eltejido, todo ello á tres metros de profundidad. Dirijo en seguida mi exploración á la explanada ó más bien al patio en gradería que pre-cede al palacio por el lado del camino de los Muertos, y es increíble el número de construc-ciones y substrucciones que descubrimos; por todas partes hallamos paredes de taludes cimen-tados que se cruzan en todas direcciones, escaleras que van á parar á explanadas que conti-núan por debajo de la pirámide y en las cuales encontramos, como en las dos primeras kl 310 AMÉRICA PINTORESCA tumbas, vasijas y fragmentos; de suerte que la pirámide podria pasar por una verdaderanecrópolis en donde los vivos instalaban sus moradas. Como las mismas obras deben consti-. ,^i,í- ^- -^;!.f-> Piedra tumular tolteca tuir los basamentos de los otros palacios, puede asegurarse que tenemos á la vista gigantescasobras que nos dan una idea de esta antigua civilización Comalcalco veremos cosas aún más extraordinarias. XI El rio Tabasco.—Frontera.—San Juan Bautista.—El González.—La canoa.—Las lagunas.—Islas del Bellote.—El rio Seco.—Paraíso. .—Una ciudad feliz.—Los cangrejos desinteresados. Nos hemos alejado de los terrenos secos y áridos de las alturas para ir en busca de lasplayas inundadas y de la gran vegetación de las tierras calientes. Estamos en el golfo deMéxico, en la desembocadura del caudaloso rio que los españoles llamaron Grijalva, delnombre del explorador que lo descubrió, y al que se ha devuelto su primitivo nombre indiode Tabasco. Al pasar de nuestro gran buque al vaporcito en que ahora vamos, entramos en


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