Anales . c, conocien-do mis aficiones á las antigüedades de México, me envió una ho-ja de papel en que estaban dibujadas dos figuras humanas, y meescribió lo siguiente: «La hoja que remito á V. contiene el dibujo«de dos personajts, pues uno parece rey. Estas figuras están tos-«camente esculpidas en unas piedras que están lugar llama-«do Coatlán, lugar solitario y Heno de maleza, que se encuentra á«la izquierda del camino que me á esta ciudad con la de Cuerna-vaca. Las gentes del campo, de las cuales sólo son conocidas es-«tas piedras, las llaman Piedras de los Reyes, tal vez por la espe-


Anales . c, conocien-do mis aficiones á las antigüedades de México, me envió una ho-ja de papel en que estaban dibujadas dos figuras humanas, y meescribió lo siguiente: «La hoja que remito á V. contiene el dibujo«de dos personajts, pues uno parece rey. Estas figuras están tos-«camente esculpidas en unas piedras que están lugar llama-«do Coatlán, lugar solitario y Heno de maleza, que se encuentra á«la izquierda del camino que me á esta ciudad con la de Cuerna-vaca. Las gentes del campo, de las cuales sólo son conocidas es-«tas piedras, las llaman Piedras de los Reyes, tal vez por la espe-«cie de corona que tiene una de las figuras, y creen que estas son«los retratos de los Reyes ó Señores que en remota antigüedad«gobernaban aquella comarca » No teniendo estas figuras ningúnsigno cronográfico, ni siendo perceptibles sus atavíos, no me de-tuve á estudiarlas, pues era casi imposible distinguir su origen his-tórico ó mitológico. Anales. T. III. É «ooo ^o^ U ^. Cipactonal. 341 Transcurridos algunos años, llegó á mis manos el Códice Magliabecchiano XIII, conocido hoy con el nombre de Códice Nuttall,y en la lámina 11 observé el jeroglífico de Cipactli, y me parecióque era muy semejante á la figura que tiene en la espalda uno delos llamados Reyes de Coatlán. Entonces pensé que si esta figu-ra era el jeroglífico del personaje esculpido en una de las piedras,éste podía ser Cipactonal, y me afirmé más en esta conjetura, alver que la figura de la otra piedra parecía la de una mujer, y siesto era así, representaba á Oxomoco, la fiel compañera que da lamitología á Cipactonal. Xo eran, pues, reyes, sino deidades Lis fi-guras de las Piedras de Coatlán. Comuniqué mi descubrimientoal Sr. Alfredo Chavero y le envié una copia del dibujo de las Pie-dras; pero no se ocupó en estudiarlas. Xo obstante este silencio,que podía atribuirse á la tácita desaprobación de mis conjeturas,yo seguí creyendo que las figuras de Coat


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