. Islas Baleares; por Pablo Piferrer y José Ma. Quadrado. icación del siglo xvii, presentatres diferentes épocas en su recinto, lo mismo que en las cons-trucciones que sobresalen, uniformadas por un blanqueo tan fa-vorable á su conservación y lucidez, como reñido con la pinto-resca variedad. Nada ha logrado escapar de él, ni siquiera lagran nave de la iglesia principal con la octógona aguja de sucampanario, ni las dos gemelas torres de la del Socorro, ni elcuadrado cimborio de la de San Francisco, ni el remate del obe-lisco recién erigido en el Borne al glorioso recuerdo de 1558, (a) Va remedi


. Islas Baleares; por Pablo Piferrer y José Ma. Quadrado. icación del siglo xvii, presentatres diferentes épocas en su recinto, lo mismo que en las cons-trucciones que sobresalen, uniformadas por un blanqueo tan fa-vorable á su conservación y lucidez, como reñido con la pinto-resca variedad. Nada ha logrado escapar de él, ni siquiera lagran nave de la iglesia principal con la octógona aguja de sucampanario, ni las dos gemelas torres de la del Socorro, ni elcuadrado cimborio de la de San Francisco, ni el remate del obe-lisco recién erigido en el Borne al glorioso recuerdo de 1558, (a) Va remediándose de cada día esta absurda sinécdoque de tomar la parte,no sólo por otra parte, sino por el todo, que procede de rutinaria inadvertenciamás que de error formal, sobre todo desde el desarrollo marítimo que ha tomadoCiudadela con las visitas de sus vapores á los puertos de Sóller y Pollensa. (fci) De las antiguas escrituras se desprende que Artuig y no Artntch es el le-gítimo nombre del cabo, aunque se ignora su arábiga etimologí Tí < <


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