La Mujer . se de su patria porque, dada la altaposición^ de su familia que la abandonó,habría sido escandaloso. —Y qué necesidad tenía de recurrir áese disfraz? —Porque en los tiempos que hemos al-canzado, cuando la virtud va sola, pormás austera que sea, únicamente se lerespeta si lleva pantalones. — Aún así mismo si llega á — Si llega á saberse y alguno se atre-viera á faltarle no le quepa á usted dudade que sabrá responder con la punta deuna espada ó la bala de una pistola, por-que en un hombre es natural que se ma-nejen esas armas tan admirablementecomo las teclas de un piano. E


La Mujer . se de su patria porque, dada la altaposición^ de su familia que la abandonó,habría sido escandaloso. —Y qué necesidad tenía de recurrir áese disfraz? —Porque en los tiempos que hemos al-canzado, cuando la virtud va sola, pormás austera que sea, únicamente se lerespeta si lleva pantalones. — Aún así mismo si llega á — Si llega á saberse y alguno se atre-viera á faltarle no le quepa á usted dudade que sabrá responder con la punta deuna espada ó la bala de una pistola, por-que en un hombre es natural que se ma-nejen esas armas tan admirablementecomo las teclas de un piano. En una mu-jer sería ridículo. —De manera que á pesar de su juventudy belleza sería insensible?... —Tal creo, porque me lo ha dicho: Muertapara toda clase de afecciones, menos parael arte. Y así fue: Carlos Lambra vivía solitarioy no frecuentó más sociedad que la de sus-numerosas discípulas. Después?.. Hará unos quince años quemurió en el abandono más completo. R


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