La Mujer . aserrín y las virutas en tenían su causa emulativa en el auge que consiguieronlos del buen viejo Planes. Hay más, se objetará. Es cierto: está el copón para,la reina Cristina y el bautizo de la plaza con el nombre de España. ¿Poco todavía? Sí; desearía algo más simbólico yperdurable; desearía la estatua de Cervantes en unade nuestras plazas, para que presidiese nuestro desen-volvimiento presente y futuro, entre los rumores demillones de hombres que hablan y hablarán su armonioso idioma. Su efigie veneranda recordaría á las generacionesargentinas los senderos del ideal — y cómo se pu


La Mujer . aserrín y las virutas en tenían su causa emulativa en el auge que consiguieronlos del buen viejo Planes. Hay más, se objetará. Es cierto: está el copón para,la reina Cristina y el bautizo de la plaza con el nombre de España. ¿Poco todavía? Sí; desearía algo más simbólico yperdurable; desearía la estatua de Cervantes en unade nuestras plazas, para que presidiese nuestro desen-volvimiento presente y futuro, entre los rumores demillones de hombres que hablan y hablarán su armonioso idioma. Su efigie veneranda recordaría á las generacionesargentinas los senderos del ideal — y cómo se puedetener brazo fuerte para arremeter contra molinos deviento y ejércitos de carneros, con el clásico y frugalmeiiti: una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados,lantejas los viernes, algún palomino de añadidura .. Antonio Argbrich ALBUM - REVISTA * LA MUJER *. HOY AYER Oscura noche! El vendaval airadoentre las breñas y el boscaje brama!Del relámpago audaz, brilla la llamaque ilumina el empíreo una virgen, que á la madre llame,á la madre que honor la diera y fama,y dulce idioma y apellido honrado!Más no la encuentra. De materno lazocreyéndose ya libre, altiva, fiera,asciende hasta la sien del Chimborazoy clava allí, orgullosa, una banderaque con énfasis dice al mundo entero;—Libre soy ya del arrogante ibero! Apenas medio siglo ha :el rumor del combate ya no suenaen la candente, enrojecida arena!De un falso orgullo el eco ha enmudecidoCual ave errante que retorna al nidode santo afecto, de ternura llena,busca la virgen á la madre buena,que el afecto en su pecho ha el estandarte que elevó altanerohasta la enhiesta cruz del Chimborazo,simbolo del cariño duradero,depone; de la España en el regazo;abrázala y Je dice alborozada:—Tuya es mi gloria, madre idolatrada! Enrique D.


Size: 1836px × 1361px
Photo credit: © The Reading Room / Alamy / Afripics
License: Licensed
Model Released: No

Keywords: ., bookcentury1800, bookdecade1890, booksubjectwomen, bookyear1899