. Fabulas. ario, Y toda pretendienta ciudadanaVestirá de tercera franciscana.»¡Qué pasmo! |qué prodigio!En poco más de un año Ya era casualidad hallar vestigio Del traje antes común, que por extraño Sólo quedó para disfraz de baile. Todos iban allí de monja ó fraile. —¿Cómo el decreto fué tan bien cumplido? ¿Tanto agradó el vestido? —¡Agradar! ¿Quién tal piensa? Era barato, cómodo y honesto, Y eso jamás agrada, por supuesto. FÁBULAS Se recibió con repugnancia inmensa;Pero en aquel país desventurado,Por la miseria y lujo devorado,Los ya sabidos malesA otro más grave mal origen , sin


. Fabulas. ario, Y toda pretendienta ciudadanaVestirá de tercera franciscana.»¡Qué pasmo! |qué prodigio!En poco más de un año Ya era casualidad hallar vestigio Del traje antes común, que por extraño Sólo quedó para disfraz de baile. Todos iban allí de monja ó fraile. —¿Cómo el decreto fué tan bien cumplido? ¿Tanto agradó el vestido? —¡Agradar! ¿Quién tal piensa? Era barato, cómodo y honesto, Y eso jamás agrada, por supuesto. FÁBULAS Se recibió con repugnancia inmensa;Pero en aquel país desventurado,Por la miseria y lujo devorado,Los ya sabidos malesA otro más grave mal origen , sin excepción, sus naturalesPretendientes de oficio se volvieron. Suplico á mis lectoresQue no den maliciosos en la mañaDe ver aquí la imagen de la Españ decir, sin miras ulteriores,El cuento relatado Que es todo pretendiente bien mandado;Y si obtener su pretensión aguarda,Sufrirá que le pongan una débil de hombros solicite nada, si - LXIII - 13


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