América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . s horas, tapan cuidadosamente el nido con arena, dejando al solel cuidado de hacer salir á luz su progenie. Los indios me dicen que las tortugas ponen dos veces al año, la primera en julio y lasegunda en setiembre ú octubre: aseguran que los primeros huevos se pudren y que tan sólolos segundos producen las generaciones del porvenir. Nosotros pasamos algo antes de la época en que estos testudÃ-neos salen á millares;uno de mis indios asegura haber tumbado más de cuarenta en una sola noche. N


América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . s horas, tapan cuidadosamente el nido con arena, dejando al solel cuidado de hacer salir á luz su progenie. Los indios me dicen que las tortugas ponen dos veces al año, la primera en julio y lasegunda en setiembre ú octubre: aseguran que los primeros huevos se pudren y que tan sólolos segundos producen las generaciones del porvenir. Nosotros pasamos algo antes de la época en que estos testudÃ-neos salen á millares;uno de mis indios asegura haber tumbado más de cuarenta en una sola noche. No sé hastaqué punto sea exagerado este aserto; sin embargo, la cosa me parece posible, por cuanto para 72 AMÃRICA PINTORESCA alcanzar á una tortuga que corre tan rápidamente como puede, no es menester resistencia vital de estos animales es extraordinaria. Se derriba la tortuga á mazazosy se la acuchilla la cabeza, á pesar de lo cual está enteramente viva, y lo demuestra protes-tando enérgicamente cuando se la corta á hachazos los huesos que unen el peto con la Indius sunos cazando tortugas de agua dulce Con un cuchillo se separan del pecho las patas y la cabeza; y luego dos indios cogen el capa-razón y otros dos tiran de la cabeza hacia atrás. Las carnes se desprenden entonces de laescama, mas por desgracia, en lo mejor de la operación, la tortuga se desgarra, y las patastraseras, la cola, una parte de la espalda y un extremo del pecho se quedan adheridas á laconcha. Si se las quiere despegar, el cuarto trasero se defiende con rabia. ¿ Estos movimientosson nerviosos? Las piernas no se dejan cortar; la cola se niega absolutamente á seguir elejemplo de la cabeza. Esto se llama luchar hasta el extremo. Acabo de salir del lugarejo de Mangoa, el primero que no es salvaje, y aun el primer DEL COCA AL MARAÃON POR EL ÃAPO Jl pueblo propiamente dicho que hemos visto hace cuarenta y siete dias. Doce


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