La Mujer . el valiente co-ronel Padilla, llega á ser derrotado, apri-sionado y muerto y élla se encuentra sin re-cursos y sin gente con qué vengarle siquie-ra. Vese entonces precisada á ocultarse enlas tolderías de los indios del Chaco, dondepasa cerca de un año, sufre infinitas pri-vaciones y el inmenso dolor de haberperdido á quien primero amaba despuésde la patria! Esta heroica amazona murió en la pro-vincia de Jujuy á principios de 1830, ha-biendo sacrificado en aras de la indepen-dencia americana su amor, su fortuna, suindustria, sus comodidades y hasta la de-bilidad propia de su sexo. Bi
La Mujer . el valiente co-ronel Padilla, llega á ser derrotado, apri-sionado y muerto y élla se encuentra sin re-cursos y sin gente con qué vengarle siquie-ra. Vese entonces precisada á ocultarse enlas tolderías de los indios del Chaco, dondepasa cerca de un año, sufre infinitas pri-vaciones y el inmenso dolor de haberperdido á quien primero amaba despuésde la patria! Esta heroica amazona murió en la pro-vincia de Jujuy á principios de 1830, ha-biendo sacrificado en aras de la indepen-dencia americana su amor, su fortuna, suindustria, sus comodidades y hasta la de-bilidad propia de su sexo. Bien merece la consagremos este recuer-do en la primera página de La Mujer. B. (*) El retrato que damos es copia fiel del que existe alóleo en el Museo Histórico Argrentino. cuvo director,el ilustre publicista doctor Carranza, tuvolafineza depermitirnos sacar copia a^i como de otras interesan-tes curiosidades que damos en este número consagra-do á la fecha memorable. ALBUM- REVISTA «LA MUJER». Tuvo sugermen larevoluciónde la Amé-rica latinaen el ejem-plo que die-ra la invicta Ve-nezuela enviandoá los pueblos li-bres al caracareñoMiranda en buscade auxilios para lle-var á cabo la soñadaemancipación polí-tica. (1) Lo tuvieron, lasquedespués se llamaronProvincias Unidas delPlata, cuando la pode-rosa Albión,—emanci-padas sus colonias delNorte,-pretendió reem-plazarlas apoderándo-se, por sorpresa, de es-tas ricas regiones delreino de Indias. Y lo tenían latente ensu propia conciencia,desde tiempos lejanos,para brotar al fin como Grai. Miranda (I8O6)el resultado lógico y natural de los ex-traordinarios cuanto inesperados aconte-cimientos producidos en la Corte de laMetrópoli, donde los reyes apóstatas Car-los IV y Fernando VII entregaban, conrepugnante cobardía y asombro de sus súb-dito=. la corona de todos sus dominios alomnímodo poder del emperador de los fran-ceses, Napoleón. (2) La heróica España transiciona en su do-loroso pasmo y se levant
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