. La casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo 19 . al de cuatrovertientes. No tenía más que una puerta,ésta colocada en el centro del frontis, yera la de la portería. Con mostrar tantasencillez, esta fachada tenía mucho carác-ter y severidad. Aún hoy continúa en pie,bien que algo transformada por la supre-sión del entresuelo, el cambio de las ven-tanas por balcones, la apertura de puer-tas en el piso bajo y algún pequeñoadorno en las torres. La fachada meri-dional, ó sea del Paseo de Isabel II, entiempo de los frailes no abría puertas alexterior. La cara oriental del
. La casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo 19 . al de cuatrovertientes. No tenía más que una puerta,ésta colocada en el centro del frontis, yera la de la portería. Con mostrar tantasencillez, esta fachada tenía mucho carác-ter y severidad. Aún hoy continúa en pie,bien que algo transformada por la supre-sión del entresuelo, el cambio de las ven-tanas por balcones, la apertura de puer-tas en el piso bajo y algún pequeñoadorno en las torres. La fachada meri-dional, ó sea del Paseo de Isabel II, entiempo de los frailes no abría puertas alexterior. La cara oriental del convento,ó sea la que daba á la androna de entreaquél y la iglesia, mostraba muy á lasclaras que el intento de sus constructoresera prolongar un día por aquel lado deltemplo el convento, siquiera edificandotodo lo que comprendía la androna. Yescribo que lo mostraba á las claras por-que las paredes maestras dejaban salirlas piedras salientes en las que debíanencajar las nuevas, y allí no había muroque mirase á E. Penetremos en el templo, el cual mis. o Q< en ZO u J tí O tí < z <aoí z w D 542 CAPITULO VIGÉSIMO que de iglesia merecía el nombre de ca-pilla. Medía en su total longitud interior2085 metros, y 830 en su anchura. Losprimeros años del siglo xvi que lo edifi-caron dejáronle completamente impresosu gusto ojival decadente. Constaba deuna sola nave, sin crucero, ni capillas,ni triforium. Su ábside semipoligonalpresentaba en el fondo tres caras. Susbóvedas estaban divididas en tres gran-des compartimientos góticos con sus aris-tones cruzados y claves; pero uno deellos, el del ábside, tenía, como era natu-ral, los aristones radiales confluentes enla gran clave central, en cuya cara infe-rior había esculpido San Sebastián, y enla anterior el escudo de Barcelona. Todocurioso puede verla y tocarla en el Museoprovincial de antigüedades de esta ciu-dad (1). Su disco inferior mide 65 centí-metros de diámetro, el cual indica la bue-
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