. Viajes al Polo Norte por el Capitán Nares con los buques de la marina real britanica el "Alert" y el "Discovery" (1875-1876) y por le Doctor Nordenskiold on el "Vega" (1879-1880) [microform]. Alert (Ship); Discovery (Ship); Alerte (Navire); Discovery (Navire); Natural history; Sciences naturelles. i â m â - tf f Há' 1! 460 VlAJR» AL sustituyo i'i la de nuesiras ahumadas lám- paras; poro ¡([uó sucio ost;'i todo, Ã-[U(''infol- io y (juo s(W'didu! . y/.-- El doclor Moss, M. AN'hilo y sus Irinoos han llo¿,'adü al lin dospuos do escoliar i'i M. Markham hasta
. Viajes al Polo Norte por el Capitán Nares con los buques de la marina real britanica el "Alert" y el "Discovery" (1875-1876) y por le Doctor Nordenskiold on el "Vega" (1879-1880) [microform]. Alert (Ship); Discovery (Ship); Alerte (Navire); Discovery (Navire); Natural history; Sciences naturelles. i â m â - tf f Há' 1! 460 VlAJR» AL sustituyo i'i la de nuesiras ahumadas lám- paras; poro ¡([uó sucio ost;'i todo, Ã-[U(''infol- io y (juo s(W'didu! . y/.-- El doclor Moss, M. AN'hilo y sus Irinoos han llo¿,'adü al lin dospuos do escoliar i'i M. Markham hasta uii ¡loco uiás allá dol dopúsilo del oaho Josú Kiiriquo. En la extensión do diez ó doce kilúniotrus, después de pasar del promontorio, el as- pecto de los hielos no parecÃ-j favorable; pero esperi'ihase encontrar más lejos gran- des tloos monos escabrosos y cordilleras de hummocks más angostas. El camino era lan malÃ-simo á lo largo de la orilla, que Aldrich trataba de cruzar la tierra por de- trás del cabo. A excepción de un soldado de marint:, cuya enfermedad databa, se- gún decÃ-an, desde un viaje que hizo á la costa de Oro, todos los hombres estaban buenos y caminaban con entusiasmo. El frÃ-o, no obstante, los habÃ-a sometido á ru- das pruebas, como lo probal)on algunas^ narices y dedos; pero la solicitud del doc- tor habÃ-a cortado el mal. Markham y Parr amenazados de oftalmÃ-a, hallábanle mejor desde que viajaban por la noche. En cuan- to á caza, habÃ-ase matado una liebre y re- conocido huellas de lobo en el cabo José Enrique. Después de franquear la mitad de â¢la etapa hÃ-zoso alto para tomar el té, be- bida tan deseada por iodos, que apesar del frió en los pies, nadie se quejo de la pro- longada detención que fué menester para -hervir el agua. Después de haber entrado en calor, parecióle menos penosa á nuestra gente la segunda parte del camino. Según cos
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