La Mujer . ASPECTO GENERAL l>EL SAI.ÓV Un gastrónomo preside un banquete y á los postrespronuncia un discurso que empieza del siguiente modo: —Señores, el uso de las comidas data de la más re-mota antigü * —¿Me quieres, Ernesto?—Mi alma te pertenece. — Bueno, pero tu alma no me sirve de nada para pa-gar el alquiler de casa. —Pero. ¿por qué dices siempre las siete musas¿No sabes que son nueveV —Tienes razón. Siempre las equivoco con las siet«vacas flacas. En la cocina:—¡Esto ya es demasiado, María! Anoche tenía dossoldados en la cocina. —Si, señora; pero el artillero habla cenado ya.
La Mujer . ASPECTO GENERAL l>EL SAI.ÓV Un gastrónomo preside un banquete y á los postrespronuncia un discurso que empieza del siguiente modo: —Señores, el uso de las comidas data de la más re-mota antigü * —¿Me quieres, Ernesto?—Mi alma te pertenece. — Bueno, pero tu alma no me sirve de nada para pa-gar el alquiler de casa. —Pero. ¿por qué dices siempre las siete musas¿No sabes que son nueveV —Tienes razón. Siempre las equivoco con las siet«vacas flacas. En la cocina:—¡Esto ya es demasiado, María! Anoche tenía dossoldados en la cocina. —Si, señora; pero el artillero habla cenado ya. COLEGIO ])EL PLATA Nada tan simpático ni tan atrayente, por latrascendencia que implica, como las fiestas es-colares, mucho más, si son del tenor de laque acaba de celebrar el colegio cuyo nombresirve de epígrafe á estos renglones. La bendición de la bandera lleva en sí algoque despierta en la juventud el santo amor. COFRE DE LA BANDERA por la patria, la fé en la institución en que sedesenvuelve y la esperanza en un porvenirexuberante de glorias y de progreso. La idea, plausible bajo cualquier punto devista que se le considere, lleva en sí una tras-cendencia alhagüeña, á saber; el culto átradiciones, el respeto á los próceres de laindependencia., el anhelo de conservar intactoá través de los siglos el legado sacrosanto denuestros antecesores y la obligación de hacerel mayor de los sacrificios en pró de la repú-blica. La lujosa bandera, primorosamente bordadii,será custodiada en un cofre artísticamentelabrado. La noche en que tuvo efecto la solemneceremonia de la bendición, fué una de es:i3veladas (fue forman éíi distinguida concurrencia se sintió con-movida, si bien muy agradablemente por laseriedad que revestía el acto. Terminando la espléndida velada con lapresentación ejecutada por un grupo de niñasmuy elegantemente vestidas, al par que coanotable propiedad; las
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