. La casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo 19 . los del terrible 1835 lasEscuelas Pías sufrieron persecución; y loque es más, ni en lo restante del si-glo xix, salvo alguna muy parcial de unacasa durante los años que siguieron al1868. De aquí que subsistan casi todassus casas antiguas; y que si estas experi-mentaron variaciones ha sido para me- jorar; y que aun se hayan levantadootras varias de nuevo. Existiendo el ori-ginal de los edilicios y de sus preciosida-des, resultara superfluo el retrato quepor medio de descripción pudiera tra-zarse en este mi pobre libro,
. La casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo 19 . los del terrible 1835 lasEscuelas Pías sufrieron persecución; y loque es más, ni en lo restante del si-glo xix, salvo alguna muy parcial de unacasa durante los años que siguieron al1868. De aquí que subsistan casi todassus casas antiguas; y que si estas experi-mentaron variaciones ha sido para me- jorar; y que aun se hayan levantadootras varias de nuevo. Existiendo el ori-ginal de los edilicios y de sus preciosida-des, resultara superfluo el retrato quepor medio de descripción pudiera tra-zarse en este mi pobre libro, ya hartorepleto de reseñas y pinturas. Por otraparte, no habiendo existido persecución,falta materia para la narración históri-ca tal cual la propondré en su lugar. Pori^tas razones omito el capítulo que álas Escuelas Pías debiera dedicarse eneste libro, y remito al curioso lector ála inspección de los colegios de dichaorden. tomo n SO !¡ CAPÍTULO VIGÉSIMOTERCEROPAÚLES ARTICULO PRIMEROCASA DE BARCELONA Ó DE SAN SEVERO Y SAN CARLOS BORROMEO PAULES 581. an Vicente dePaúl en París,año de 1624,puso los co-mienzos de laCongregaciónde sus misio-neros, desti-nados á darmisiones porlos campos, ó poblaciones rurales,de Francia. Urbano VIII, año 1632,aprobó la Orden (1). Fundó la casade Barcelona el arcediano D. Fran-cisco Sentjust } de Pagés. «Toda suvida fué un continuo ejercicio deoración, mortificación, ,zelo del bien de las almas, Je quees buen testimonio el ir á pie á Ita-lia, y traer de ella unos eclesiásti-cos, llamados los Misionistas, y fun-darles casa, y ponerles renta, óprocurarla» (2). «Primero fué Priorde Santa Oliva, después canónigode la Seo de Urgel, y últimamenteArcediano mayor de la Catedral(de Barcelona), quien cedió para elpropósito (defundar este con-venio) su renta y casa; contri-buyendo también con la suyaD. Jerónimo Enveja, canóni- Nota.—■La inicial de este capítulo es ladel salmo 68 de la Biblia
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