Colección de obras completas . ambio más sublime enseñanza. No es lafelicidad la fuerza ni el señorío ni el placer ni el oro nila gloria; sólo el amor es la alegrí Y vosotros, cuer-vos, id y contad a vuestro Señor lo que a orillas del Rinhabéis oido. Y contemplando el cadáver de Sigfredo, que arde enla pira, Brunilda monta a caballo y se lanza con ímpetuen la hoguera. 27 5 VIII STUTTGART. — EXPOSICIÓN DE GUERRA. — OPINIONES YPROFECÍAS. — UN « IDILIO DE HOTEL» . — LAS MUSAS DESTUTTGART. — EL TEDIO HEROICO. — UN BANQUETE. —« ¡MATER HISPANLA! » k. n ambiente dulce, caluroso, meri-dional, como
Colección de obras completas . ambio más sublime enseñanza. No es lafelicidad la fuerza ni el señorío ni el placer ni el oro nila gloria; sólo el amor es la alegrí Y vosotros, cuer-vos, id y contad a vuestro Señor lo que a orillas del Rinhabéis oido. Y contemplando el cadáver de Sigfredo, que arde enla pira, Brunilda monta a caballo y se lanza con ímpetuen la hoguera. 27 5 VIII STUTTGART. — EXPOSICIÓN DE GUERRA. — OPINIONES YPROFECÍAS. — UN « IDILIO DE HOTEL» . — LAS MUSAS DESTUTTGART. — EL TEDIO HEROICO. — UN BANQUETE. —« ¡MATER HISPANLA! » k. n ambiente dulce, caluroso, meri-dional, como de otoño andaluz,nos recibe en la corte de Wur-temberg. Llegamos por la tar-de, cuando el oro del sol se de-rrite en las frondas de los gra-ciosos belvederes, en las viñaslozanas de los montes, en los espléndidos edificios de laurbe, en la altiva corona de su palacio real. Copiosa yapacible multitud pasea, como en tiempos más felices,por las vías alegres, los floridos parques y la plaza ma-. RICARDO LEON jestuosa llena de mármoles y bronces, en que se yerguenlas dos regias moradas de los Príncipes, la bellísima delRenacimiento y la nueva, en estilo barroco, de insupe-rable fatuidad. No está el rey de Prusia, el soberano deAlemania, aposentado en Berlín con más orgullo y es-plendor que estos otros reyes, más bien virreyes, deWurtemberg, de Baviera y Sajonia. Después de una rápida ojeada por las calles de la her-mosa Stuttgart, aún nos queda tiempo, merced a losautos, de visitar la Exposición de guerra, donde el inge-nio alemán quiso reproducir por todos los medios ima-ginables, algunos harto infantiles, el drama que hoy es-tremece al mundo. La Exposición, que ocupa edificios yparques de vastísimas proporciones, viene a ser una cró-nica plástica de la guerra, un gráfico universal en queaparecen, con los trofeos de las batallas, cañones, blin-dajes, proyectiles, banderas y toda suerte de reliquias,auténticos despojos de la l
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