La democracia victoriosa; . var gobier-nos representativos y populares, la escuela ocupael primer lugar; es la mejor preparación, tanto paradefenderse como para triunfar. ?%• ALEMANIA: LA TIERRA DEL TERROR YDEL SACRILEGIO. • T?N el derrumbamiento del prestigio alemán, la•*^ más sonada catástrofe ha sido la de su filo-sofía. Ya Schopenhauer había renegado con rudolenguaje de su patria yel mismo Nietzsche, por jyj la primavera de 1886,escribía, en el prólogo deun libro suyo esta in-terrogación: ¿En dóndeestán los sociólogos? y /s e contestaba: EnFrancia, desde luego,quizá en Rusia, pero noen Ale
La democracia victoriosa; . var gobier-nos representativos y populares, la escuela ocupael primer lugar; es la mejor preparación, tanto paradefenderse como para triunfar. ?%• ALEMANIA: LA TIERRA DEL TERROR YDEL SACRILEGIO. • T?N el derrumbamiento del prestigio alemán, la•*^ más sonada catástrofe ha sido la de su filo-sofía. Ya Schopenhauer había renegado con rudolenguaje de su patria yel mismo Nietzsche, por jyj la primavera de 1886,escribía, en el prólogo deun libro suyo esta in-terrogación: ¿En dóndeestán los sociólogos? y /s e contestaba: EnFrancia, desde luego,quizá en Rusia, pero noen Alemania y para ellono faltan razones. Lafilosofía se escribe parahombres ya libertados dedeberes groseros, la so-ciología busca inteli-gencias finas y delicadas,necesita del lujo, dellujo en la comodidad, en la pureza del cielo y del corazón, cosas muy buenastodas, que nosotros los alemanes de hoy, no tene-mos y que, por lo tanto, tampoco podemos alemanes se habían hecho una moral para 135. 136 LA DEMOCRACIA VICTORIOSA uso doméstico, que confiaban imponer al mundo pormedio de la fuerza o de la corrupción. Sobre elenemigo iban sus hordas adiestradas en la matanza;pero también sus agentes corruptores que repartíanoro entre funcionarios y periodistas. En la guerra,todo debía serle permitido; el gas asfixiante, elbombardeo de ciudades indefensas y las requisi-ciones en las poblaciones ocupadas. En la diplo-macia, a todo podía llegarse con el fingimiento y lamentira. Así á México se le insinuaba la posibili-dad de ^revanchas con ayuda teutona—sin temoral desprecio que su burdo embuste debía producirá los mexicanos conscientes—mientras a los esta-dunidenses se les indicaba: *Esta es la hora deapropiarse de México en el Sur y de Canadá en elNorte; los Estados Unidos deben aprovechar laocasión de que Europa está ocupada en sus asuntos,para que Estados Unidos haga los suyos. La propaganda hablaba en unos lugares de neu-trahdad y en otr
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