La literatura española; resumen de historia crítica . ricos florones de su corona —Las ruinas de Itá-lica y la Epístola a Fabio — le han sido arrebatados, o, mejor dicho, se havisto claro que nunca los tuvo. Quédale, sin embargo, haber suficiente parafigurar con dignidad en el coro de los poetas sevillanos. Nació Rioja hacia el 1586 o el 1600, y murió en 1659. Acabada en Se-villa su carrera de Leyes, vino a Madrid, donde el conde-duque de Oliva-res le colmó de honores y empleos; pero se le torció luego el carro de lafortuna, hasta el punto de haber sufrido una larga prisión. Desengañadovolvió


La literatura española; resumen de historia crítica . ricos florones de su corona —Las ruinas de Itá-lica y la Epístola a Fabio — le han sido arrebatados, o, mejor dicho, se havisto claro que nunca los tuvo. Quédale, sin embargo, haber suficiente parafigurar con dignidad en el coro de los poetas sevillanos. Nació Rioja hacia el 1586 o el 1600, y murió en 1659. Acabada en Se-villa su carrera de Leyes, vino a Madrid, donde el conde-duque de Oliva-res le colmó de honores y empleos; pero se le torció luego el carro de lafortuna, hasta el punto de haber sufrido una larga prisión. Desengañadovolvió a Sevilla, y cerca del monasterio de San Clemente se hizo construiruna casita rodeada de jardín, y en tan delicioso retiro pasó el resto desus días entregado a la devoción, a la lectura de los clásicos y al cultivode la poesía. Debió de escribir mucho, pero poco ha llegado a nosotros; losuficiente para tener a Rioja por grandísimo poeta. ¿No es insigne ejecuto-ria su silva A la rosa?: 242 XI. - POETAS SEVILLANOS Y MADRILEÑOS. Monasterio de San Clemente (Sevilla). (Fot. Rudé.) Pura, encendida rosa,Émula de la llamaque sale con el día.¿Cómo naces tan llena de alegrí sabes que la edad que te dio el cieloEs apenas un breve y veloz vuelo? Y no valdrán las puntas de tu rama,Ni tu púrpura hermosa, A defender un punto La ejecución del hado presurosa. El mismo cerco alado, Que estoy viendo riente, Ya temo amortiguado, Presto despojo de la llama ardiente. Para las hojas de tu crespo seno Te dio Amor de sus alas blandas plumas, Y oro de su cabello dio a tu frente.¡Oh fiel imagen suya peregrina!Bañóte en su color sangre divina De la deidad que dieron las espumas; Y esto, purpúrea flor, y esto ¿no pudoHacer menos violento el rayo agudo?Róbate en una hora. Róbate licencioso su ardimiento El color y el aliento; Tiendes aun no las alas abrasadas, Y ya vuelan al suelo desmayadas. 243 SALCEDO - LA LITERATURA ESPAÑOLA - TOMO II Tan cerca, tan unida E


Size: 2037px × 1227px
Photo credit: © The Reading Room / Alamy / Afripics
License: Licensed
Model Released: No

Keywords: ., bookcentury1900, bookdecade1910, bookidlaliteraturaespa02salcuof