. Fabulas. LA FUENTE MANSA. IMíiRA esa fuente plácida, Florencio,Que fluye sin rumor y baña el su ejemplo enseñado,Haz al prójimo bien, y hazlo en EL PASTOR Y EL BARBERO. (De D, Sebastián de Villaviciosa.) Perdonándole el dinero, Afeitábale á un pastor Con la navaja peor, Desazonado un barbero. Roma la navaja estaba. Mellas además tenía, Y así el pelo no partía; Pero el rostro desollaba. Sufría sin respirar El pastor la carda horrenda, Cuando fuera de la tienda Un perro empezó á ladrar. Era que el amo cruel A latigazos le hundía. Nuestro barbero decía: —¿Qué harán con el p


. Fabulas. LA FUENTE MANSA. IMíiRA esa fuente plácida, Florencio,Que fluye sin rumor y baña el su ejemplo enseñado,Haz al prójimo bien, y hazlo en EL PASTOR Y EL BARBERO. (De D, Sebastián de Villaviciosa.) Perdonándole el dinero, Afeitábale á un pastor Con la navaja peor, Desazonado un barbero. Roma la navaja estaba. Mellas además tenía, Y así el pelo no partía; Pero el rostro desollaba. Sufría sin respirar El pastor la carda horrenda, Cuando fuera de la tienda Un perro empezó á ladrar. Era que el amo cruel A latigazos le hundía. Nuestro barbero decía: —¿Qué harán con el perro aquél? —Si no lo acertáis, yo sí OBRAS DE HARTZENBUSCH (Repuso el pastor bufando):Le están sin duda afeitandoDe limosna como á mí. Barbero descomunal,Compasión del pobre ten:Si haces al prójimo bien,No se lo amargues con mal.


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