La Mujer . atención en las diminutas parejas que pasabaná nuestra vista, como un enjambre de candidasabejas, operando en una colmena artística ylozana: aquello parecía una alborada de hu-manidad, ¡cuánto talento en embrión! ¡cuá en capullo! ¡ cuánta hermosura dell)orvenir I ¡ cuánto odio, y cuánto amor, no sen-tidos todavía! Quién sabe si aquellos seres tiernos que bai-laban juntos y comían á mitad los ricos bom-bones, sin saber lo que se hacían, se odiaránmañana, sin saber lo que se harán tampoco. Aquel baile, real y efectivo, en el presento,no ha sido sino la incógnita del porve
La Mujer . atención en las diminutas parejas que pasabaná nuestra vista, como un enjambre de candidasabejas, operando en una colmena artística ylozana: aquello parecía una alborada de hu-manidad, ¡cuánto talento en embrión! ¡cuá en capullo! ¡ cuánta hermosura dell)orvenir I ¡ cuánto odio, y cuánto amor, no sen-tidos todavía! Quién sabe si aquellos seres tiernos que bai-laban juntos y comían á mitad los ricos bom-bones, sin saber lo que se hacían, se odiaránmañana, sin saber lo que se harán tampoco. Aquel baile, real y efectivo, en el presento,no ha sido sino la incógnita del porvenir, im-posible de ser descifrada todaví VELADA DRAMÁTICO-MUSICAL EN EL lAGO DI COMO Un puro misterio; recuerdo que un señoranciano que conversaba conmigo me preguntó:—¿ llegarán todos á mi edad ? y si llegan ¿ seacordaián de nosotros ? Para entonces, hay que es)>erar en la aboli-ción de la pena de muerte; hoy se ha c iifir-mado como una necesidad social.
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