La Mujer . os remolinos y granos! Si me corta (por ventura rara vez esto acontece) es tanto lo qie padece al mirar mi cortadura que sospecho, por San Blás, al verlo fuera de sí, que aunque me ha cortado á mi, á él le duele mucho más. Con interés que anonada, abnegación que enloquece; y esto, señor, me parece que no se paga con nada. Pues aún falta lo mejor, lo absurdo, lo inconcebible, ¡lo que parece imposible siendo muy cierto, lector ! Y es que un servicio como este de tanto pulso y aplomo sin que yo me explique el cómo, ni dos centavos me cueste. Mucho celebro y me encanta la amistad, siend
La Mujer . os remolinos y granos! Si me corta (por ventura rara vez esto acontece) es tanto lo qie padece al mirar mi cortadura que sospecho, por San Blás, al verlo fuera de sí, que aunque me ha cortado á mi, á él le duele mucho más. Con interés que anonada, abnegación que enloquece; y esto, señor, me parece que no se paga con nada. Pues aún falta lo mejor, lo absurdo, lo inconcebible, ¡lo que parece imposible siendo muy cierto, lector ! Y es que un servicio como este de tanto pulso y aplomo sin que yo me explique el cómo, ni dos centavos me cueste. Mucho celebro y me encanta la amistad, siendo secura, y me gusta la finura, pero, señores, no tanta; que entre el uso y el abuso muy poco suele mediar, siendo fácil abusar si empezamos por el uso. Más, como muere, primero que aceptar la humilde paga ¿qué quiere Vd. que le haga? ;Quién es, en suma el barbero, delante de quién inmolo mi ser todo agradecido? Lector : habrás comprendidoque me suelo afeitar solo. Ji AX Ceppi. Remitido). Cual si envidiase su alturaá la roca magestuosa,murmurando embravecidadel mar la encrespada olacontra aquella se abalanza;ya la escupe ya la el furioso golpe,sin conmoverse, la roca,y parece más augustacuando desgajada y rotalame su base humilladala hirviente é irritada ola. Entre un libre cambista y un proteccionista: — ¿Leíste El Pai> dei dommiío?--Yo nunca leo eso ;Por qué? — Por que trae un ai lícul; demostrativo de su ini-port;tncia. —¿Y en qué se demuestra? — En que lira, cifra redonda, diez y ocho mil qni-nicnlos suscritores. — Bien podría tirar cien mil. — Es que el tiraje corresponde á su suscrición.—;Tantos empleados liene la Nación? — ¡ Hombre ! —Ah. vamos, habrá que descontar los números áque están suscritos los gobernadores que son afectosal del doctor Pellegrini. Yesos, hayque contarlo por ambos. La Exposición de Pat ís se inauguró en la fechaacordada: pero resultó que la Exposición d
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