América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . canoa por detrás, mientras su compañero cogia el canalete, que viene á serun bichero, y hétenos ya lanzados á través de las lagunas. Algunos buenos disparos fueron elpremio de esta excursión acuática. Pasamos junto á las islas flotantes verdes como la esme-ralda, formadas de Pistia stratiotes, llamada allí lechuga de rio; y tuve ocasión de admirar \ VIAJE Á LA AMÉRICA EQUINOCCIAL 493 por primera vez las bellas inflorescencias del Pontederia crassipcs. Sus redondeadas hojassostenidas á flor de agua
América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . canoa por detrás, mientras su compañero cogia el canalete, que viene á serun bichero, y hétenos ya lanzados á través de las lagunas. Algunos buenos disparos fueron elpremio de esta excursión acuática. Pasamos junto á las islas flotantes verdes como la esme-ralda, formadas de Pistia stratiotes, llamada allí lechuga de rio; y tuve ocasión de admirar \ VIAJE Á LA AMÉRICA EQUINOCCIAL 493 por primera vez las bellas inflorescencias del Pontederia crassipcs. Sus redondeadas hojassostenidas á flor de agua por hinchados peciolos de celdillas aéreas, rodeaban unas hermo-sísimas espigas de flores azules, con puntos amarillos en el centro, no siendo dable imaginarforma á la vez más bella y más insólita. Hace á lo sumo unos veinticinco años que el rio Magdalena se halla abierto á la navega-ción. En un principio esta constituía un monopolio; mas luego se permitió la tres compañías, inglesa, americana y alemana, que en un principio exigían sesenta pesos. Un aguador en fuertes por el pasaje desde Barranquillaá Honda,lueron rebajando sus tarifas hasta cuarentay cinco; pero los tres competidores se iban arruinando, sin por eso decidirse ninguno deellos á abandonar el campo, hasta que acabaron por hacer las paces, restableciendo los anti-guos precios de sesenta pesos por pasaje. Los barcos son malos; pero hay algo peor y es supersonal, y aún hay algo peor que el personal y es la acomodación detestable, todo lo cual noobsta para que las compañías redondeen los más pingües negocios. Calcúlase que cada barco,en un viaje redondo de un mes—ida y vuelta—reporta unos ochenta mil francos á las empre-sas propietarias. Nuestro capitán se llama Duncan y creo que procede de Cincinati que es donde seconstruyen los barcos de la compañía yankee. El abuso de las bebidas alcohólicas haenronquecido su voz: «tiene la garganta se
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