La Mujer . -si-mo después, sufrÃ-an horriblemente. La carreta aguatera era toscamente construida,teniendo en vez de varas, como los carros, pértigo yyugo. A cada lado de la pipa, en su parte media, ibacolocado un estacón de naranjo ú otra madera fuerte,ceñidos ambos entre sÃ- en su extremo superior poruna soga, de que pendÃ-a una campanilla ó cencerroque anunciaba la aproximación del aguatero. No sehacÃ-a entonces uso de bitoque ó canilla; en su lugarhabÃ-a una larga manga de suela y alguna vez de lona:cu3^a extremidad inferior iba sujeta en alto por unclavo; de allÃ- se desenganchaba
La Mujer . -si-mo después, sufrÃ-an horriblemente. La carreta aguatera era toscamente construida,teniendo en vez de varas, como los carros, pértigo yyugo. A cada lado de la pipa, en su parte media, ibacolocado un estacón de naranjo ú otra madera fuerte,ceñidos ambos entre sÃ- en su extremo superior poruna soga, de que pendÃ-a una campanilla ó cencerroque anunciaba la aproximación del aguatero. No sehacÃ-a entonces uso de bitoque ó canilla; en su lugarhabÃ-a una larga manga de suela y alguna vez de lona:cu3^a extremidad inferior iba sujeta en alto por unclavo; de allÃ- se desenganchaba cada vez que habÃ-aque despachar agua, introduciendo dicha extremidaden la caneca que llevaba en la trastera del carro 3que colocaba sobre un redondel de suela para impe-dir que el fondo se enlodara. EL MERCADO De la plazuela del fuerte (*) Representa ese cuadro la plazoleta del Fuerte,completamente destituida de adornos, empedrado sóloel camino que de la arcada principal de la recovavieja iba hacia En esta plazoleta, que servia también de mercado,como más adelante describiremos, tenÃ-an lugar lasejecuciones de los criminales ó de los sentenciados porcausas polÃ-ticas; inmediato al foso que rodeaba alfuerte se colocaban los banquillos de los que iban Aser fusilados y las horcas de los condenados á tanbárbara pena< Donde hoy se ostenta la estatua de Belgrano erael mercado que se improvisaba diariamente. La carnese vendÃ-a donde hoy se encuentra el Congreso; lasperdices y mulitas en el costado del foso; )a verduraen los que entonces se llamaban soportales de Esca-lada y hoy lo ocupa el gran edificio que va hasta lacalle de Defensa. Cuéntase una anécdota graciosa de allá por elaño 16 ó 18. Sabido es que en esos años las negrasabundaban como hoy las blancas. Ellas se estaciona-ban reunidas en el mercado vendiendo huevos, patasde vaca cocidas, chicha, tortas etc., sienao negrastambién las sirvientas que con
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