América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . cien pasos,cifra indicada por un nuevo instrumento llamado podómetro que llevo colgado de la pantorrilla:á cada paso resulta en el instrumento una sacudida que hace avanzar una aguja en el cuadrante. Sólo hemos andado cuatro horas; me parece una etapa demasiado corta, pero los indios no 148 AMÉRICA PINTORESCA quieren seguir adelante so pretexto de que hemos comido muy poco la víspera y que hoy notenemos absolutamente nada más que cazabe y un poco de arroz. Mientras mi gente haceleña para encender


América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . cien pasos,cifra indicada por un nuevo instrumento llamado podómetro que llevo colgado de la pantorrilla:á cada paso resulta en el instrumento una sacudida que hace avanzar una aguja en el cuadrante. Sólo hemos andado cuatro horas; me parece una etapa demasiado corta, pero los indios no 148 AMÉRICA PINTORESCA quieren seguir adelante so pretexto de que hemos comido muy poco la víspera y que hoy notenemos absolutamente nada más que cazabe y un poco de arroz. Mientras mi gente haceleña para encender una hoguera y construye ajupas para cobijarnos, un indio joven llamadoYami (nombre que significa tortuga) me pide mi carabina para ir á cazar, y no vacilo endejársela después de enseñarle cómo ha de manejarla. Tengo hambre. Apatú me cuece un puñado de arroz; pero como carezco de cucharas ytenedores, y no soy bastante hábil para servirme de palitos como los chinos, hago con élbolitas á modo de pildoras que trago una tras otra. Interrumpe mi frugal comida la llegada ^iMááMk-. Harpía feroz del joven Yami, el cual se presenta carabina en mano y llevando á cuestas un cesto de hojasfrescas de palmera con un gran cuarto de tapir que ha envuelto cuidadosamente para que nose vean las manchas de sangre á las que tanto horror tienen los indios oyampys. Me parece una cosa muy rara el matar en el acto y con perdigones un tapir, por cuantoen mi último viaje he visto que un tiro disparado con postas á siete ú ocho metros de distanciano logró traspasar la piel de uno de estos animales. Pero es que Yami, habiendo encontradoá aquel dormido, se acercó con la ligereza y la astucia de un jaguar hasta ponerse á dos metrosde la pieza, y puesta una rodilla en tierra, le ajjuntó al brazuelo, y dando toda la perdigonadaen el mismo sitio, el animal quedó muerto instantáneamente. Apatú corta al punto una lonja que asa á la usanza india, es decir, en la punta de un palo E


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