. Islas Baleares; por Pablo Piferrer y José Ma. Quadrado. despeñadapor injustos celos del marido y preservada por la Virgen milagrosamente, un be-llísimo paisaje, con encrespadas alturas en primer término, de los llanos de laisla, y allende la vasta bahía de Alcudia las vaporosas montañas de Arta. (6) No pasará olvidada de la historia la gran romería que al amanecer el i o deAgosto de 1884 congregó en Lluch y á su alrededor de quince á veinte milperegrinos de todo sexo, edad y condición, venidos de la capital y demás pueblosde Mallorca, banderas desplegadas, á celebrar la coronación de la sagr
. Islas Baleares; por Pablo Piferrer y José Ma. Quadrado. despeñadapor injustos celos del marido y preservada por la Virgen milagrosamente, un be-llísimo paisaje, con encrespadas alturas en primer término, de los llanos de laisla, y allende la vasta bahía de Alcudia las vaporosas montañas de Arta. (6) No pasará olvidada de la historia la gran romería que al amanecer el i o deAgosto de 1884 congregó en Lluch y á su alrededor de quince á veinte milperegrinos de todo sexo, edad y condición, venidos de la capital y demás pueblosde Mallorca, banderas desplegadas, á celebrar la coronación de la sagrada ima-gen, hecha por mano del obispo. ¡Cómo hubieran inspirado á Piferrer aquel in- 1030 ISLAS BALEARES cuyos relieves representan la anunciación y el tránsito de laVirgen, y cuyo capitel lleva en entrambas orlas letras casi bo-rradas. La hos-pitalidad bené-vola asiste enlos umbrales deesta casa, y porlos labios de lossacerdotes quela habitan con-, vida al viajeroy al devoto conel descanso yapacibilidadde sus aposen-tos ia). Pocas. comparable aplechreligioso, aquel in-descriptible campa-mento, aquella au-»gusta ceremonia alaire libre! Séame lí-cito para hacer sen-tir algo, así del colo-rido local del sitiocomo del culto deque es allí objetoNuestra Señora,apelar otra vez á lapoesía, reprodu-ciendo en el apén-dice adiciona] núm. 2 unas breves estrofas en idioma patrio, que osé mezclar enaquella ocasión con otros más subidos homenajes. (a) Muéslranlo el diseño del interminable cobertizo de la hospedería destina-do al abrigo de las caballerías, pues todavía no llegan allí los carruajes, y la mul-titud de habitaciones dispuestas para colonos y payeses, que afluyen en las prin-cipales fiestas, sobre todo en la de la titular el segundo domingo de Setiembre,aparte de otras más escogidas para personas y familias de distinción dentro delmismo colegio. Tiene éste largos corredores y una especie de claustro, cuya formay la nave de la iglesia, ni
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