La Mujer . )ara ir á vivircon sn i)adre. Sin embargo, el juez tienta aun un últimorecurso: los llama á un comparendo verbal. Cumple su sagrada misión que no está reñidacon sus sentimientos de Innnbre:—cree posibleima reconciliación y para eso los cita. Clemencia se i>resenta la piimera. Sus hijos (pie le han sido arrebatados, seencuentran en poder de un depositario quedebe acudir con ellos al comparendo. El aspecto de la pobre madre demuestra ellatente sufrimiento que la consume. Llega Ludovico Sufre también; perosu frente se serena. En sus ]nir]^a-<los no hay hineli


La Mujer . )ara ir á vivircon sn i)adre. Sin embargo, el juez tienta aun un últimorecurso: los llama á un comparendo verbal. Cumple su sagrada misión que no está reñidacon sus sentimientos de Innnbre:—cree posibleima reconciliación y para eso los cita. Clemencia se i>resenta la piimera. Sus hijos (pie le han sido arrebatados, seencuentran en poder de un depositario quedebe acudir con ellos al comparendo. El aspecto de la pobre madre demuestra ellatente sufrimiento que la consume. Llega Ludovico Sufre también; perosu frente se serena. En sus ]nir]^a-<los no hay hineliaz )ne; producidas por ol pero hay surcos morados que esc icharnombre de. llanto:dolor. Tras ellos el depositario y los niños. Qué escena! Días que eran siglos sinlos, sin .abrazarlos, sin besarlos, sinde sus inocentes labios el didceinadfc! (lemencia no pudo contener los imp ilsosde sus entrañas!... Los besó; los abrazó yvirtió sobre sus candorosas cabecitas el llantade sus ojos! Y allí el padre, Ludovico, sin moverse,haciendo esfuerzos inauditos |)or compiimirlos liondos suspiros de su alma!... Y la austeridad deljuez, imposible de ve-la lia con ceno adusto,rebelada contra laconmoción del hom-bre. Tuvo al fin que re-])onerse é invitar, persuasiva, hn\i noble avenimiento. Clemencia T .. loescucliaba; asentía ütodo; pero al llegar álos deseos del juez,exclamó:— ¡ la más! Ludovico, que tam-bién esc ichabayasentía, creyendo que Cle-mencia, ante la vistade sus hijos, accede-ría á volve.á su lado,al oír la exclamación,inclinóla iVente y es-})eró resignado. —Y ,—dij) en-tonces el Juez, diri-giéndose al depositario:


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