La Mujer . yblanco hasta en los muros de Lima, en posdel anhelo irresistible y noble de San Martín,saludamos hoy á la bella hermana que vivemojando sus plantas en la espuma salada dela mai-, que baña su cabellera negra en losríos cristalinos y que se llena el pecho de esasflorecillas que lanzan su cántico triunfal á lahora en que el Sol dora toda esa belleza delUruguay. Doctor LUIS PELUFFO El Dr. Peluffo perte-nece á una de las fa-milias más honorablesy distinguidas denuestro país; su vida«s y ha sido relativa-mente retraída, comolo ha requerido su con-sagración á una laborconstante y á las at
La Mujer . yblanco hasta en los muros de Lima, en posdel anhelo irresistible y noble de San Martín,saludamos hoy á la bella hermana que vivemojando sus plantas en la espuma salada dela mai-, que baña su cabellera negra en losríos cristalinos y que se llena el pecho de esasflorecillas que lanzan su cántico triunfal á lahora en que el Sol dora toda esa belleza delUruguay. Doctor LUIS PELUFFO El Dr. Peluffo perte-nece á una de las fa-milias más honorablesy distinguidas denuestro país; su vida«s y ha sido relativa-mente retraída, comolo ha requerido su con-sagración á una laborconstante y á las aten-ciones de la familia;pero este retraimientono le ha impedido lle-gar á los importantespuestos públicos queha desempeñado, esaactividad, ese espíritude innovación y dereforma que constitu-yen una de las másrelevantes prendas de«u carácter. En la prensa, enlos anales del parla-mento de Corrientes,cuando ocupóel minis-terio de Hacienda, de-jó rastros luminososde su espíritu ardiente.
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