. La casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo 19 . *entradasdel monasterio, de las cuales resulta queapenas podían las rentas cubrir el gastode la casa, siendo necesario acudir á la (5) Debo todas las noticias descriptivas anteriores á lainagotable bondad del eruditísimo escritor é historiador,mi muy querido amigo, Rdo. D. Juan Segura y VaUs,presbíterOj de Santa Coloma; quien ya verbalmente. yapor cartas, ya por dibujos de su experta mano, me las hatransmitido. MERCEDAR10S 147 raridad pública y al desprendimiento delos mismos religiosos, que con su trabajoen la enseña
. La casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo 19 . *entradasdel monasterio, de las cuales resulta queapenas podían las rentas cubrir el gastode la casa, siendo necesario acudir á la (5) Debo todas las noticias descriptivas anteriores á lainagotable bondad del eruditísimo escritor é historiador,mi muy querido amigo, Rdo. D. Juan Segura y VaUs,presbíterOj de Santa Coloma; quien ya verbalmente. yapor cartas, ya por dibujos de su experta mano, me las hatransmitido. MERCEDAR10S 147 raridad pública y al desprendimiento delos mismos religiosos, que con su trabajoen la enseñanza pública ó en el ministe-rio sacerdotal ganaban algún dinero pararemediar la penuria del convento. En vista de datos irrecusables en capítulosanteriores. Las propiedades y riquezasde las comunidades, lejos de aumentar,con los años menguan, resultando así ab-surdo el mil veces alegado temor de los. CLAUSTRO DEL CONVENTO MERCEDARIO DE SANTA COLOMA DE QUERALT días de feria se situaban á veces algunosreligiosos en el portal de la villa para re-coger limosna, la cual he visto anotadaen el capítulo de entradas del monaste-rio» (1). Estas noticias concuerdan admi-rablemente con las por mí escritas en 11 D. Juan Segura. Libro citado, pás- 100. desamortizadores, de que el tesoro de laIglesia mediante la amortización absor-biera todo la pública riqueza. Una cosaes declamar para fines sectarios ó intere-sados, otra oir imparcialmente los hechosy la verdad. «Nuestra iglesia del convento de SantaColoma, escribía hace pocos años el ero- 148 CAPITULO NOVENO nista de la Merced, estaba muy servidade plata, debida á la piedad y generosi-dad de los Condes de Santa Coloma,cuyas armas estaban grabadas junto conel escudo de la Orden en la mayor partede las piezas» (1), así como no faltabanricos ornamentos bordados de oro y sedacon hermosísima labor hecha de manosde las Condesas^ (2)
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