Serenidad, 1909-1912 . SEIS MESES Oeis meses ya de muerta! Y en vano he pretendidoun beso, una palabra, un hálito, un sonido. .¡Y a pesar de mi fe, cada día evidencioque detrás de la tumba ya no hay más que silencio! Si yo me hubiese muerto, qué mar, qué cataclismos,qué vórtices, qué nieblas, qué cimas ni qué abismosburlaran mi deseo febril y omnipotentede venir por las noches a besarte en la frente,de bajar con la luz de un astro zahoria decirte al oído: «¡No te olvides de mí!» SERENIDAD - 16 242 AMADO ÑERVO Y tú, que me querías tal vez más que te amé,callas inexorable, de suerte que no sésin


Serenidad, 1909-1912 . SEIS MESES Oeis meses ya de muerta! Y en vano he pretendidoun beso, una palabra, un hálito, un sonido. .¡Y a pesar de mi fe, cada día evidencioque detrás de la tumba ya no hay más que silencio! Si yo me hubiese muerto, qué mar, qué cataclismos,qué vórtices, qué nieblas, qué cimas ni qué abismosburlaran mi deseo febril y omnipotentede venir por las noches a besarte en la frente,de bajar con la luz de un astro zahoria decirte al oído: «¡No te olvides de mí!» SERENIDAD - 16 242 AMADO ÑERVO Y tú, que me querías tal vez más que te amé,callas inexorable, de suerte que no sésino dudar de todo: del alma, del destinoy ponerme a llorar en medio del camino;¡pues con desolación infinita evidencioque detrás de la tumba ya no hay más que silencio! julio 7 de 1912. m^. POR ESTA SELVA l-^or esta selva tan espesadonde nunca el sol penetró,buscando voy una princesaque se me perdió. Entre los árboles copudos,entre las lianas verdinegrasque trepan por los desnudostroncos, como las culebras. Entre las rocas de hosquedadhostil y provocativay la pavorosa soledady la penumbra esquiva, 244 AMADO ÑERVO Buscando voy una princesarubia como la madrugada,que ha partido y que no regresadesía espesura malhadada. Dicen que al fin de aquella rutaque bordan el ciprés y el enebro,hay una reina muy enjutaque mora en un castillo muy negro; Que guarda en fieros torreonesotras princesas como la míay que es sorda a las rogacionesdel desamparo y de la agonía. . Mas acaso, si yo pudiesever a la reina y su huellaseguir astuto, ¡al cabo diesecon el castillo negro y con Ella! SERENIDAD 245 Pero el más^seguro instintono se sentiría capazde guiarse por el laberintodesta penumbra pertinaz, En que el espíritu presientealgo fatal que se avecinay en que acaso es más im


Size: 2555px × 978px
Photo credit: © The Reading Room / Alamy / Afripics
License: Licensed
Model Released: No

Keywords: ., bookcentury1900, bookdecade1910, bookidserenidad190, bookyear1914