. Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Natural history. DE HISTORIA NATURAL 273 mediata, sino dos o tres días después, plazo que la hembra utiliza para reconocer los sitios más favorables a aquélla. Es frecuente, por esto, el caso observado por el Sr. Riesgo, tanto en cautividad como durante muchas horas de paciente obser- vación en condiciones naturales, de que la mariposa, después de largo descanso sobre una rama, la abandone sin efectuar la postura de los huevecillos. Cuando ésta va a tener lugar, la hembra, después de recorrer en todos sentidos la ramilla (general- mente de
. Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Natural history. DE HISTORIA NATURAL 273 mediata, sino dos o tres días después, plazo que la hembra utiliza para reconocer los sitios más favorables a aquélla. Es frecuente, por esto, el caso observado por el Sr. Riesgo, tanto en cautividad como durante muchas horas de paciente obser- vación en condiciones naturales, de que la mariposa, después de largo descanso sobre una rama, la abandone sin efectuar la postura de los huevecillos. Cuando ésta va a tener lugar, la hembra, después de recorrer en todos sentidos la ramilla (general- mente de un diámetro aproximado al de la que aparece dibujada), se coloca en posición paralela al eje de la misma, arquea el abdomen hacia abajo e imprimiendo a su cuerpo un movimiento de vaivén y desplazándose al propio tiempo a lo largo de aquélla, forma un aglutinado de escami- tas y polvillo de la corteza, donde hace la puesta, que queda así ligeramente recubierta, pero en condiciones de muy difícil distinción. El número de huevecillos en cada sitio de puesta es variable, de uno hasta cuatro en las (P.)-Puesta de Tor- ... , , ,, , -ni /r«* r ir ida na L. en ramillas observadas, y de color amarillo claro re- rami|la de enc¡na. cien puestos. Según el Ingeniero de Montes se- vnianuevadecór' Q., . /<x . , r, . doba. Tamaño na- arcia Maceira (1), «negro-azulados, esféricos, tura] (Original). con líneas sinuosas y de V4 de milímetro», lo cual puede corresponder a otra fecha de observación que no precisa, pues son sabidas las diferencias de coloración que con el tiempo adquieren, aun en especies de no tan larga duración en estado de huevo. El hecho, repetidamente observado, de que con la movida de la encina aparece la diminuta oruga del Tortrix viridana queda sa- tisfactoriamente explicado si se añade que la hembra busca para realizar la puesta aquellos sitios en que al siguiente año se han de desarrollar las yemas. De este modo, la oruguita, al nacer,
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