. Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Natural history. DE HISTORIA NATURAL 85 (0332) con desarrollo equivalente. Tiene la cara básica muy rugosa y está todo él recubierto de una película dolomítica rojiza, sobre la cual se han depositado cristalinos casi microscópicos de cuarzo y de oligisto, en que no hallo ninguna orientación predominante. La asociación se realiza como indica la fig. , en la que los cris- tales de cuarzo y el de calcita están proyectados ortogonalmente sobre la base del último. Como se ve, no sólo coinciden los ejes de simetría superior, sino que también
. Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Natural history. DE HISTORIA NATURAL 85 (0332) con desarrollo equivalente. Tiene la cara básica muy rugosa y está todo él recubierto de una película dolomítica rojiza, sobre la cual se han depositado cristalinos casi microscópicos de cuarzo y de oligisto, en que no hallo ninguna orientación predominante. La asociación se realiza como indica la fig. , en la que los cris- tales de cuarzo y el de calcita están proyectados ortogonalmente sobre la base del último. Como se ve, no sólo coinciden los ejes de simetría superior, sino que también los binarios del cuarzo son paralelos á los del mismo orden de la calci- ta. Se trata pues, de un agrupamiento por penetración, alrededor de un eje de sime- tría superior, con tan perfecta concordan- cia de los elementos, que le convertiría en una verdadera formación paralela si los Fig. cristales fueran de la misma especie mine- ralógica. Este paralelismo de los elementos simétricos es lo que hace más interesante al ejemplar descrito, pues las asociaciones es- tudiadas por los mineralogistas antes mencionados ofrecían todas mucha menos simetría. Aquí el elemento director ha sido sin duda el cuarzo, lo cual es curioso, no sólo por ser sus cristales más pequeños, sino también por ser el de simetría inferior. En las asociaciones que anteriormente se habían descrito ocurría lo contrario. El hecho se explica sin embar- go perfectamente, por el orden de formación de los minerales. Sin duda lo primero en formarse fué la drusa de cuarzo, y sobre ésta, en un proceso lento, se fué depositando la calcita de una disolución fría y no muy concentrada, lo cual explica la constitución de un cris- tal único y voluminoso. Esto da razón también de cómo los cristales de sílice pudieron dirigir la orientación de las primeras moléculas' cristalinas de la calcita antes de su fijación. La última fase del pro- ceso formativo fué, sin duda, el depó
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