. España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . ro antes de que éste llegara á extin-guirse, vino la reforma de los Tribunales privilegiados de Navarra con el resta-blecimiento del régimen constitucional. En 1835 se publicó el Reglamento provi-sional para la administración de Justicia, que se hizo extensivo á aquel antiguoreino, y desaparecieron por su virtud el Consejo, las Salas de Alcaldes de Cortey la Cámara de Comptos, y poco después la jurisdicción ordinaria de los Alcaldesde los pueblos. Sustituyó á los tres primeros una Audiencia Territorial, igual álas otras ; desapareció
. España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . ro antes de que éste llegara á extin-guirse, vino la reforma de los Tribunales privilegiados de Navarra con el resta-blecimiento del régimen constitucional. En 1835 se publicó el Reglamento provi-sional para la administración de Justicia, que se hizo extensivo á aquel antiguoreino, y desaparecieron por su virtud el Consejo, las Salas de Alcaldes de Cortey la Cámara de Comptos, y poco después la jurisdicción ordinaria de los Alcaldesde los pueblos. Sustituyó á los tres primeros una Audiencia Territorial, igual álas otras ; desapareció el orden de los juicios establecido por fuero; se traslada-ron á diferentes autoridades las facultades gubernativas que ejercía el expresadoConsejo Real, y se dividió el territorio en cinco juzgados de primera instancia,comprendiendo cada uno de ellos próximamente el territorio de una se hizo por órdenes y decretos del Gobierno, y más tarde fué sancionado porla ley de modificación de fueros de 1 8 de Agosto de 1 841. !í. 3111111 mKmi ¿MES» CAPITULO XIV Ultimo acopio de recuerdos de la montaña: el almiradío de Navascués; losforanos de Aizuriaga; Orbaiceta; las cinco villas, timbres del Baztán /jl mismo espíritu federativo que había hecho que se unieran^-^las diferentes comarcas y territorios del antiguo reino, de-fendiéndose con instituciones comunes de los enemigos internosy exteriores, había dado origen á agrupaciones de pueblos en-tre sí, que constituían como pequeñas repúblicas dentro de lamonarquía navarra. El almiradío de Navascués era un ejemplode estas diminutas confederaciones, cuya utilidad para la defen-sa de la patria hace patente la historia del antiguo reino. Cua-tro pueblos lo componen: Navascués, Castillo-nuevo, Ustés y 94 NAVARRA Aspuoz, y cada uno tiene su ayuntamiento y su alcalde; peroen la villa de Navascués residía un alcalde ordinario y capitáná guerra, el cual era como cabeza de todos (almirant
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