Boletín de la Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales . Sr. Marqués de Cerralbo, escogidas deentre las numerosas que ilustran su «Discurso». No habiendo más asuntos que tratar, se levantó la sesióná las dieciséis y media. SECCIÓN BIBLIOGRÁFICA EL ALTO JALÓN.—Descubrimientos arqueológicos. Dis-curso por el Excmo. Sr. D. Enrique de Aguilera y Gam-boa, Marqués de Cerralbo, Individuo de número de laReal Academia de la Historia. Leído en la Junta públi-ca del 26 de Diciembre de 1909. Madrid, 1909. La importancia de este hermoso trabajo, hace que quieradar de él una noticia bastante amplia, ya que
Boletín de la Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales . Sr. Marqués de Cerralbo, escogidas deentre las numerosas que ilustran su «Discurso». No habiendo más asuntos que tratar, se levantó la sesióná las dieciséis y media. SECCIÓN BIBLIOGRÁFICA EL ALTO JALÓN.—Descubrimientos arqueológicos. Dis-curso por el Excmo. Sr. D. Enrique de Aguilera y Gam-boa, Marqués de Cerralbo, Individuo de número de laReal Academia de la Historia. Leído en la Junta públi-ca del 26 de Diciembre de 1909. Madrid, 1909. La importancia de este hermoso trabajo, hace que quieradar de él una noticia bastante amplia, ya que por su carác-ter tiene justificadísima cabida en este Boletín. Es toda la obra, como solemne exhumación de un cantoépico, escrito en remotas edades, con caracteres que los si-glos no alcanzaron á destruir, y de los cuales el arqueólogo,al reunirlos con su mágica clave, hace brotar sonando lasviriles estrofas. Impulsa al autor para su comienzo, el deseo de puntuali-zar el desarrollo de la vía romana que desde Emérita á Ce-. DK CIENCIAS NATURALES (¡7 saraugusta, cruza la comarca del Alto Jalón, procurando alpaso, deshacer errores consagrados por el uso, tal como su-poner que Arcóbriga tuviese su asiento en la actual Villa deArcos de Medinaceli. La inspección minuciosa de aquellos terrenos, al par queconsideraciones razonadas de orden puramente militar, muyen su lugar dado que «las vías fueron principalmente paralas legiones que todos los años se ponían en movimiento,desde la primavera al invierno, para recorrer los países yluchar por su dominación, ó hacerse presentes para soste-nerla y explotarla*, le hicieron llegar al convencimiento deque no debió desarrollarse la vía citada desde Sigüenza áAragón por donde se ha fijado hasta el día; pues en talescondiciones, la marcha militar es en un todo opuesta á lassabias disposiciones y prudentes medidas, que en el caminarde las legiones encomió al describirlo San Ambrosio. «Ten-go, pue
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