. Isabel la Católica; ó, El corazón de una reina, novela histórica; ilustraciones de L. Labarta. éis conescrúpulos injustificados que me ofenden. Ya en otra oca-sión doña Leonor me habló de ellos y os contesté comodebÃ-a. ¿A qué volver, pues, sobre este asunto? >Os considero tan digna como la primera de lucir elvelo que os regalo, y espero y os suplico, que prescidien-do de consideraciones exageradas, lo luzcáis mañana. »No hablemos más de lo que es una ofensa para miamor; pues si yo no os considerase por todos conceptosdigna de ello, no os harÃ-a mi esposa. > Doña Leono
. Isabel la Católica; ó, El corazón de una reina, novela histórica; ilustraciones de L. Labarta. éis conescrúpulos injustificados que me ofenden. Ya en otra oca-sión doña Leonor me habló de ellos y os contesté comodebÃ-a. ¿A qué volver, pues, sobre este asunto? >Os considero tan digna como la primera de lucir elvelo que os regalo, y espero y os suplico, que prescidien-do de consideraciones exageradas, lo luzcáis mañana. »No hablemos más de lo que es una ofensa para miamor; pues si yo no os considerase por todos conceptosdigna de ello, no os harÃ-a mi esposa. > Doña Leonor regresó a su palacio y entregó la cartaal servidor encargado de llevar el pliego a don Tomás,para que como contestación de él lo diese a Teresa. Esta presentóse a poco en la cámara de su protectora,y dándole a leer la carta, dÃ-jole:âVed lo que me contesta. Doña Leonor leyó la carta y dijo:â¿Os convencéis de que vuestros temores eran infun-dados? Y la pobre Teresa respondió, con explosión de gozo:â jTenéis razón! ¡Lo sabe todo, y me ama! m Tomo I 78 CAPITULO XXIX La boda. LEGO el dÃ-a de la boda, que se celebró congran pompa, siendo ello muestra de la es-plendidez de los padrinos. Teresa se presentó radianÃ-e de riqueza yhermosura. VestÃ-a un lujoso traje, regalo de doña Leonor, y cu-brÃ-a su cabeza el blanco velo que la envió el novio. Todos mostraron su admiración al verla y felicitaronde antemano a don Tomás, por la dicha que le de Padilla, atenta a todo, cuidó que Leandro sepresentase vestido con la decencia fin pasaba por ser el padre de la los Paredes que la boda se celebrase en fa-milia, asistiendo a ella únicamente las personas más alle-gadas, entre las que no hay que decir que figuraba el poe-ta; pero doña Leonor se opuso a este deseo. ISABEL LA CATÃLICA 619 â¿Cómo se entiende?â-dijo a don Tomás
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