. Islas Baleares; por Pablo Piferrer y José Ma. Quadrado. cuya harina no con-•cibo fácil que proporcionara la escasa bellota de los bosquessagrados, que los vientos de aquella edad remota no dejaríanmedrar con más respeto que en la corriente. Restan las naos^ otra especie de monumentos en que Ramiscreyó única la deis Tudons^ y de la cual sin embargo se handescubierto posteriormente otras en ambas Baleares. Ningunaempero tan notable como ella, y que tan completa retenga sudistintiva forma, de nave inversa con la quilla por arriba, á se-mejanza de las que cita Salustio con el nombre de mapalia^


. Islas Baleares; por Pablo Piferrer y José Ma. Quadrado. cuya harina no con-•cibo fácil que proporcionara la escasa bellota de los bosquessagrados, que los vientos de aquella edad remota no dejaríanmedrar con más respeto que en la corriente. Restan las naos^ otra especie de monumentos en que Ramiscreyó única la deis Tudons^ y de la cual sin embargo se handescubierto posteriormente otras en ambas Baleares. Ningunaempero tan notable como ella, y que tan completa retenga sudistintiva forma, de nave inversa con la quilla por arriba, á se-mejanza de las que cita Salustio con el nombre de mapalia^ in-troducidas en Numidia por los seguidores de Hércules al dis-persarse después de su muerte. La fachada, compuesta degrandiosas piedras por tablas, representa la gallarda popa, altade más de veinte y un palmo, ancha de veinte y seis; y susflancos, con la graciosa curvatura de los de un buque, se pro-longan hasta cuarenta, cerrándose en punta por la proa simbó-licamente dirigida al norte. Introduce á la oblonga estancia, que ISLAS BALEARES. MENORCA.—Altar de Torre-Trencada II84 ISLAS BALEARES el grueso de las paredes reduce á un vacío no más de nuevepalmos de longitud por mitad de anchura, una entrada estrechay baja, poco digna de un templo de Isis, que no falta quien selo adjudique como á protectora de la navegación. No há mu-chos años se hundió el techo que figuraba la carena; las raícesde los olivos amenazan desmoronar los costados. Entre las naosconocidas más tarde, el interior de la de Son Mercer se sostienede proa á popa sobre una hilera de pilares: las restantes noofrecen sino ruinas. Este género, á juicio de algunos el másadecuado para usos religiosos, lo coloca resueltamente entrelas construcciones fúnebres Cartailhac. De anfiteatro alcanzóRamis algunos restos en Albranca. Tantos y tales monumentos, mudos de letras y de geroglí-fieos, nada determinado dicen de la época, del pueblo, de lasinstituciones, de las costumbres que alcanzaron


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