La Mujer . 8i aqui estuviera Nicolás ese atorrante á quien bastanteconocéis si aqui estuviera digo: él también os diria quela paz es todo lo que un buen cristiano debe y puede de-sear. —Aqui estoy, señor Cura—dijo Nicolás que como esAl dia siguiente las campanas tocaban á vuelo. El de suponerse estaba en la Iglesia—¿No me habia visto? galaré esta moneda de oro que ves aqui. ALBUM-REVISTA LA MUJER* —Es cierto. No te habia visto. Acércate Nicolás ydime tú que eres el bruto entre los brutos, el animal en-. Nicolás que en la escala humana ocupas el último pel-daño , tú que eres el hombre más estúp
La Mujer . 8i aqui estuviera Nicolás ese atorrante á quien bastanteconocéis si aqui estuviera digo: él también os diria quela paz es todo lo que un buen cristiano debe y puede de-sear. —Aqui estoy, señor Cura—dijo Nicolás que como esAl dia siguiente las campanas tocaban á vuelo. El de suponerse estaba en la Iglesia—¿No me habia visto? galaré esta moneda de oro que ves aqui. ALBUM-REVISTA LA MUJER* —Es cierto. No te habia visto. Acércate Nicolás ydime tú que eres el bruto entre los brutos, el animal en-. Nicolás que en la escala humana ocupas el último pel-daño , tú que eres el hombre más estúpido que existe enla faz de la tierra, dimo: ?,Qué es lo mejorV —Lo mejor Señor Cura—respondió Nicolás—es que lemande á Vd. con este palo que tenj^o en la mano. Y uniendo los hechos á las palabras hizo de manera
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