La Mujer . UNA MUJER POR CUATRO DUROS Un ciudadano de París se presentó al comisario deji^olicía suplicándole le librase de su mujer, por cuyoespecial favor estaba dispuesto á gratificarle con 20francos. Como el mencionado funcionario le manifestaseque no podía complacerle, el aburrido esposo se diri-gió á un agente de seguridad, haciéndole igual pro-posición, que tampoco fué aceptada. Por fin, compareció el mal avenido matrimonioante el mismo comisario, el cual procuró con sesudosrazonamientos restablecer la quebrantada armoníaentre la pareia, pero su trabajo y buenos oficios fue-ron estérile
La Mujer . UNA MUJER POR CUATRO DUROS Un ciudadano de París se presentó al comisario deji^olicía suplicándole le librase de su mujer, por cuyoespecial favor estaba dispuesto á gratificarle con 20francos. Como el mencionado funcionario le manifestaseque no podía complacerle, el aburrido esposo se diri-gió á un agente de seguridad, haciéndole igual pro-posición, que tampoco fué aceptada. Por fin, compareció el mal avenido matrimonioante el mismo comisario, el cual procuró con sesudosrazonamientos restablecer la quebrantada armoníaentre la pareia, pero su trabajo y buenos oficios fue-ron estériles. W*f l.: La esposa se prestaba de buen s:rao á aban-donar su marido, por lo cual exigía 330 francos;fl marido se aferraba en que el negocio no valíamás que 20. v por fin, convinieron en que fueran100 francos el precio de la libertad de uno y otro. Así arreglado el asunto, marido y mujer sefueron á un taberna, y él firmó el compromisode abonar mensualmente a su mitad 20 francoshasta
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