La Mujer . hemos dado en banquetearnos ya nos parece estreclioé incómodo. Bajo un dia primaveral y espléndido de ambiente y de luz, cosa rara en París, en dondeson muy raros estos días en la estación que por allí atraviesa, tuvo lugar el banquete móns- Al final hubo que lamentar un pequeño inci-dente que fué cortado hábilmente por la poli-cía, á causa de manifestaciones políticas de fa-natismos impolíticos. Pero con todo y con eso, se ha hecho unaalcaldada de padre y muy señor mió; si comoen los tiempos de antaño, los alcaldes hubiesenusado, como símbolo de su autoridad, la varahistórica, se h
La Mujer . hemos dado en banquetearnos ya nos parece estreclioé incómodo. Bajo un dia primaveral y espléndido de ambiente y de luz, cosa rara en París, en dondeson muy raros estos días en la estación que por allí atraviesa, tuvo lugar el banquete móns- Al final hubo que lamentar un pequeño inci-dente que fué cortado hábilmente por la poli-cía, á causa de manifestaciones políticas de fa-natismos impolíticos. Pero con todo y con eso, se ha hecho unaalcaldada de padre y muy señor mió; si comoen los tiempos de antaño, los alcaldes hubiesenusado, como símbolo de su autoridad, la varahistórica, se hubiera podido simular un bosqueen los alrededores del banquete. Quedará un recuerdo vivo é imperecedero,¡son los actores de esta come-diñ\ y an-dando el tiempo, los hijos y los parientes deestos invitados se encargarán de trasmitirá las generaciones futuras los ecos de este mag-no festín, con lo cual despertarán el apetito eaunos y tal vez el hastío en los demá 10 LA IMUJER. Album dk las Familias LA GUERRA DE SUD AFRICA
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