. Fabulas. LA DISTANCIA. C^ERCA de Toledo el TajoCruza un valle que guarnecenDos montañ ellas, mirando abajo,Los transitantes parecenMusarañ monte arribaDon Domingo Coronado,Gran señor;Con diez escopetas iba,Por diez hombres escoltadoDe desde la alturaVieron, ó creyeron peones,Que atravesaban la hondura,Seguidos, al parecer,De Lxiii - 25 OBRAS DE HARTZENBUSCH —Defendamos á los dos(Dijeron con ira y bríoLos armados);Pues, sin auxilio de Dios,En cuanto lleguen al río,Son robados.—Señor, vuestra escolta frustreSu intento á la anda


. Fabulas. LA DISTANCIA. C^ERCA de Toledo el TajoCruza un valle que guarnecenDos montañ ellas, mirando abajo,Los transitantes parecenMusarañ monte arribaDon Domingo Coronado,Gran señor;Con diez escopetas iba,Por diez hombres escoltadoDe desde la alturaVieron, ó creyeron peones,Que atravesaban la hondura,Seguidos, al parecer,De Lxiii - 25 OBRAS DE HARTZENBUSCH —Defendamos á los dos(Dijeron con ira y bríoLos armados);Pues, sin auxilio de Dios,En cuanto lleguen al río,Son robados.—Señor, vuestra escolta frustreSu intento á la anda el caminante ilustreNo corto de voluntad,Sí de ó al valle Don Domingo,Teniendo á todos perplejosUn instante,Y dijo al fin:—No distingoLo que sucede tan lejos.¡Adelante! No hace el bien ni pone al malUn rey á veces reparo;Y ¿por qué?La causa es muy natural:Porque de lejos, es claro,No se ve. EL CANGREJO SASTRE. En un remoto pueblo De no sé qué nación, El arte y ej


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