La Mujer . o bondadoso aunque grave Y al pedir la palabra sonriendoParece que dijera ó va diciendo —Este orador que os habla sabe Lo que entre manos. ¡Cómo cambian los tiempos y las rosas! Riin ruñes maldicientes Llegaron á envolver antecedentes De su hasta entonces bien sentado nombre Cuando en San Juan, provincia. Se asesinara á U7t hombre. Esas murmuraciones, Y en sério 3-0 lo digo,Las lanzó sii enemigo,Fueron solo invencionesQue forjara el deseo De verle hundirse en mar de las creí jamás no las creo! Hoy se encuentra encumbrado A lider del partido nacio
La Mujer . o bondadoso aunque grave Y al pedir la palabra sonriendoParece que dijera ó va diciendo —Este orador que os habla sabe Lo que entre manos. ¡Cómo cambian los tiempos y las rosas! Riin ruñes maldicientes Llegaron á envolver antecedentes De su hasta entonces bien sentado nombre Cuando en San Juan, provincia. Se asesinara á U7t hombre. Esas murmuraciones, Y en sério 3-0 lo digo,Las lanzó sii enemigo,Fueron solo invencionesQue forjara el deseo De verle hundirse en mar de las creí jamás no las creo! Hoy se encuentra encumbrado A lider del partido nacional Gracias al general; Pero, bien observado, Según dice la gente. Se ve muy claramente Que aunque preside el pan Con acendrado afán Es solo una veleta dirigente. Y en vez de /ider, que tan mal le sientaAl qu viene, al que va Al que se ostenta Según sople la brisa ó la tormenta A ustedes le presento Como fué, como es, como será. \\R. MU ALBUM - REVISTA «LA MUJER. PASCUAL DE LACUEVA. No es de aquellos legendarios gauchos de busto•envue to en espesas y luengas greñas, negras comolia lacia barba, de tez encostrada por lalántemperie, de mirada aviesa ó salvaje,•de lábios plegados por sonrisas de pro-vocador ó soberbio desprecio.—centau-ros de las pampas, que vagaban de;galpón en pulpería, de estancia en es-itancia, de puesto en puesto, con la-guitarra en la espalda, el puñal en lacintura, prontos para armar una paya-da, festejar á la más linda de las mozas<ó deshacer el baile peleando al que ra-yase, sino un crioUazo de faz abierta áaa franqueza, y que no por ello dejade saberse de memoria el himno de lapatria, los inmortales versos de Ani-?c^to, el gallo (1), Anastasio, el pollo (2),Martin Fierro (3) y cuanta décima órelación, cielo ó malambo, vidalita ó¡triste se ha cantado por sus pagos. Y no concluyen ahí sus habilidades en el arte , que á Pascual de Lacueva le llaman el mentaopor su habilidad en rasguear la guitar
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