La Mujer . JuÜo IS. 1900 Enrique DK MAIUNKROS (I. del Sr. Lanie) ALBUM-REVISTA LA MUJER^ liturgia, se Es siempre agradable: Que las estelas del alma en sudoren en ondas deuna fé examinandola debilidad é ino-cencia del tallo deuna flor—el aná-lisis, luciera rodaruna lágrima desentimiento. Quevibre el espíritumoral, á la au-dición de la pri-mera cuerda sen-sible, de la ritmaingénua ó de unaescena de bon-dad; iluminandosu exterior. Que la educa-ción artística semanifieste tan na-tural en la alfom-bra de verde mus-go, como en lafloreada para re-cibo. Que se conden-sen teo


La Mujer . JuÜo IS. 1900 Enrique DK MAIUNKROS (I. del Sr. Lanie) ALBUM-REVISTA LA MUJER^ liturgia, se Es siempre agradable: Que las estelas del alma en sudoren en ondas deuna fé examinandola debilidad é ino-cencia del tallo deuna flor—el aná-lisis, luciera rodaruna lágrima desentimiento. Quevibre el espíritumoral, á la au-dición de la pri-mera cuerda sen-sible, de la ritmaingénua ó de unaescena de bon-dad; iluminandosu exterior. Que la educa-ción artística semanifieste tan na-tural en la alfom-bra de verde mus-go, como en lafloreada para re-cibo. Que se conden-sen teorías en es-tudios de interés,llegando á conse-cuentes de estima,dentro la lógicade gravedad. Quelos escritos parael público aqui-laten siempre unafilosofia sana, queextienda rayos deluz, tendentes ádisipar, nebulosasde la imaginació un saber co-rriente é idiomasbagan el realce,brújula. Que en la primavera de los años (cuando el vigor. de una orientación casi sin de las fibras ofrece siempre resistencia) secierre el broche del acento no exhalando la frase corolada depasión intelectualó mundana; quélas cristalinasaguas que fecun-diran la savia delconocimi ento,broten de un ma-nantial de envi-diable, circuns-peccioií. Quelas palabrasdel diccionario al-truismo y modes-tia, se interpre-ten no amandosedas ni joyas;ni el fausto de lasfiestas á la vistadel mantel, en lossalones de espe-jos, ni de las gra-tlas de honor:bajo la convicciónpotente, que lasatisfacción nutremás, dentro unaindumentaria reducida á la exjne-sion común; enla laboriosidad,en el bien y en elestudio. Y estas virtu-des referidas, quenoto en su ])er-sona, entiendoelevan su incóg-nita, al parecersin importancia,liasta el grato con-cepto, de la mujer de 1900. Celso M. Comellas. HIPÓDROMO ARGENTINO HIPÓDROMO NACIONAL


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