. La casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo 19 . nía edificadas las pa-redes maestras y los arcos transversalesdel techo. Estaba situado en el centro delediticio; y á su derredor giraba el con-vento, cuyos lados, que eran rectos, for-maban la casa. Brillaban los abovedadoscorredores por su anchura notable. Eledificio constaba ele dos pisos altos. Se-gún costumbre de esta Orden, el temploen construcción no debía abrir su puertaal exterior, sino al interior. No le faltaba al convento su huerta, laque caía tras de él á su NO.; y ademásextendía sus brazos por uno y otro
. La casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo 19 . nía edificadas las pa-redes maestras y los arcos transversalesdel techo. Estaba situado en el centro delediticio; y á su derredor giraba el con-vento, cuyos lados, que eran rectos, for-maban la casa. Brillaban los abovedadoscorredores por su anchura notable. Eledificio constaba ele dos pisos altos. Se-gún costumbre de esta Orden, el temploen construcción no debía abrir su puertaal exterior, sino al interior. No le faltaba al convento su huerta, laque caía tras de él á su NO.; y ademásextendía sus brazos por uno y otro ladodel edificio. Esta casa-convento fué fundada á mi-tad del siglo xviii. En 1835 la poblaba una corta comuni-dad, compuesta de cuatro ó cinco presbí-teros; los que sin duda tendrían uno ó doslegos á su servicio. El templo actual es menor que el co-menzado antes del 1835, y data de estosúltimos años. Cambiado ó transformado el edifici ,los anteriores datos descriptivos han de-bido turnarse de la tradición oral. TOMO II 38 CONCLUSIÓN CONCLUSIÓN 597. i en podemosaquí, lecto-res y autor,excl a mar :¡loado seaDios!, al verpor fin termi-nada la eno-josa tareadescriptiva, ó descripción, de lascasas regulares de varones deCataluña. Ciertamente no se con-taban pocas en número; mas nopor esto excesivas, porque domi-nando entonces afortunadamen-te la fe, y viviendo de ella todoslos corazones, el mismo pueblonecesitaba, y pedía, abundantepasto espiritual. (instaba de con-tinuos sermones, frecuentaba losSantos Sacramentos, solicitaba ácada paso el desinteresado conse-ji i del ministro de Dios; y asi éran-le menester gran número de sa-cerdotes. Baste sólo recordar loarriba apuntado, que en todacasade un viaticado se deseaba, y setenía, la continua vela de un sa-cerdote que consolase, exhortasey dirigiese al moribundo. Hoy, Nota.—La inicial de arriba fué copiada del primer salmo de la mi! veces citada Bi-blia de Scala Dei. por desgracia, no se r
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