La Mujer . nto á la i y el tilde á la ñ. Resulta entonces, que el Código de laComisión, como el de los doctores Riva-1 ola y C.^, como el del P. E. son cortados por el mismo padrón del que nos rije:—la capa del estudiante. Vamos bien! Y eso que todavía no seha dicho en la Honorable Cámara de Di-putados todo lo que se ha de decir. Oh, es mas que probable que el señorMinistro de la Justicia se salga con lasuya volviendo á Comisión, sin mas trá-mite, todo ese fárrago de incongruencias,,contradicciones y inonstriiosidades. Y para qué si el miembro informanteya ha dicho que la Comisión lo tiene tod


La Mujer . nto á la i y el tilde á la ñ. Resulta entonces, que el Código de laComisión, como el de los doctores Riva-1 ola y C.^, como el del P. E. son cortados por el mismo padrón del que nos rije:—la capa del estudiante. Vamos bien! Y eso que todavía no seha dicho en la Honorable Cámara de Di-putados todo lo que se ha de decir. Oh, es mas que probable que el señorMinistro de la Justicia se salga con lasuya volviendo á Comisión, sin mas trá-mite, todo ese fárrago de incongruencias,,contradicciones y inonstriiosidades. Y para qué si el miembro informanteya ha dicho que la Comisión lo tiene todoestudiado? Si, pues, el miembro informante ha di-cho eso, un hombre todavía joven, al pa-recer, inteligente, de ideas avanzadas enmateria religiosa, que sostuvo, con per-fecta convicción^ el refinamiento déla pe-na de muerte al par que excUuó de todapena el adulterio y el duelo!... Adelante, que estamos bien en eso de-tener Códigos copiados. Luis Rodríguez, ALBUM-REVISTA «LA MUJER». Hemos adelantado lo que no es decible y vamosrá paso de gigantes, como decía el otro, al perfeccio-namento de todo lo perfeccionable; pero, convendrán«stedes conmigo, en que el servicio doméstico siguesiendo lo peor del mundo; es decir, lo peor del mundopara el que necesita de servicio doméstico. Dos años lleva de casado don Polidoro Márquez,á quien ustedes deben de conocer. Tenía, cuando se casó, una regular fortunita yhoy deudas. Y no vayan ustedes á imaginarse que es un de-rrochador. Por lo contrario, hombre más metódico ensus usos y costumbres, no se le encuentra. En cuanto á su cara mitad, le salió barata por-que le dió por seguir los usos y costumbres de sumarido; pero el servicio doméstico, sí, señor, el ser-vicio doméstico los ha llevado á aquel estremo. Como era regular pusieron casa, compraron unavictoria—que resultó derrota por lo que ustedes vaná ver—y, de cuando en cuando, una tertulia familiar. La boca del cochero que manej


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