España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . CAPITULO xrv Tarazona. AY semblantes que apenas vistos¿í^ V-^ en el alma misteriosa sim-^^-^^ patía: hay lugares que, conocidos^ de ayer, no abandonamos sin un^ adiós tristísimo y sin la esperanza/4 yv de tornar á verlos, y cuyos nombres^/ ^ hasta en el seno de nuestra patriavienen á herir deliciosamente losoídos como la memoria de un amigfo ausente. Ni la naturalezacon su majestad ó su sonrisa, ni el arte con sus prodigios, ni lahistoria con sus colosales recuerdos, alcanzan siempre por sí so-las á producir estas íntimas
España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . CAPITULO xrv Tarazona. AY semblantes que apenas vistos¿í^ V-^ en el alma misteriosa sim-^^-^^ patía: hay lugares que, conocidos^ de ayer, no abandonamos sin un^ adiós tristísimo y sin la esperanza/4 yv de tornar á verlos, y cuyos nombres^/ ^ hasta en el seno de nuestra patriavienen á herir deliciosamente losoídos como la memoria de un amigfo ausente. Ni la naturalezacon su majestad ó su sonrisa, ni el arte con sus prodigios, ni lahistoria con sus colosales recuerdos, alcanzan siempre por sí so-las á producir estas íntimas y personales impresiones de capri-choso y desconocido origen: á veces nacen de su armoniosoconjunto, pero también á veces la población modesta eclipsa ennuestro recuerdo á la afamada capital, la rústica ermita á la ba-sílica grandiosa, un grupo de árboles cabe un arroyo y un pe-ñasco á los verjeles favoritos de la creación. Desgraciado delviajero que en su larga ruta no ha podido fijar su predilección, 502 ARAGÓN y que empujado siempre por la curiosid
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