. Islas Baleares; por Pablo Piferrer y José Ma. Quadrado. o sustentan sobre cornisa ajedrezada sutiles colum-nitas. Aunque convertida casi en cripta por la elevación gra-dual del terreno circunvecino, y recibiendo plana techumbre so-bre lisos arcos apuntados, indicio de haber servido de plantabaja á estancias superiores, no le cuadra á buen seguro como áantigualla ensanche ni reforma, ni siquiera con el piadoso obje-to de mejorarla ó aumentar el culto (a)^ y menos á costa dedesbaratar en la sacristía los rastros de la arábiga puerta quesalía al foso. Marca el Temple quizá en la circunferencia
. Islas Baleares; por Pablo Piferrer y José Ma. Quadrado. o sustentan sobre cornisa ajedrezada sutiles colum-nitas. Aunque convertida casi en cripta por la elevación gra-dual del terreno circunvecino, y recibiendo plana techumbre so-bre lisos arcos apuntados, indicio de haber servido de plantabaja á estancias superiores, no le cuadra á buen seguro como áantigualla ensanche ni reforma, ni siquiera con el piadoso obje-to de mejorarla ó aumentar el culto (a)^ y menos á costa dedesbaratar en la sacristía los rastros de la arábiga puerta quesalía al foso. Marca el Temple quizá en la circunferencia dela población el límite de su primer aumento, es decir, de la ciu-dad vieja respecto de los nuevos arrabales; pues, en vez de se-guir como más tarde la cerca al norte hasta la puerta de Sa?i An-tonio^ torcía á espaldas de San Francisco y de Santa Eulalia porla curva que trazan la calle de la Posada de Lluch y la de Bau- (a; Se ha ampliado, con desahogo plausible en cualquier otro lugar, para ca-pilla de un asilo de niñas. ISLAS BALEARES. PALMA.—Ventana de la casa del mar QUÉs DEL Palmer 658 ISLAb BALEARES lc> y por las de la HarÍ7ia, Cordería y Galera aproximadamen-te, en busca de la primitiva puerta colocada en la Bolsería alprincipio de la gran vía del Sindicato^ á cuyo extremo avanzóandando el tiempo con el mismo nombre de Balbeled (a). Ade-más del crecido desarrollo tomado por el grandioso conventode Menores, abundaban los huertos hasta reciente fecha en lasmanzanas traseras, al paso que las intermedias entre el magníficotemplo franciscano y el mayor de los parroquiales señálanse to-davía por sus aristocráticos caserones, tanto en la comunicaciónprincipal que une las dos plazas y á que daba nombre la casa deDes-Bachs, como en las angostas calles de la Campana, de Za-vellá^ y hasta de Sans, mejor poblada algún día que ahora (ó).Al pie del breve lienzo septentrional de la Almudayna, quecorría desde el arco hoy subsistente hasta la to
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