España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . ntino, resto de no sé qué edificio, indicael último confín del antio^uo arrabal de Burnao ó Bureo nuevo,incendiado en i 141 por García rey de Navarra, y arrasado com-pletamente á últimos del siglo xvi para abrir lugar á los fosos ybaluartes. Desde allí .se ve desembocar en el \alle, por un estre-cho desfiladero que conduce á Francia, al bullicioso Aragónentre amenas huertas y denegridas rocas, deslizarse por debajo (i) El sueldo se componía de doce dineros; su cuño más general era el bustodel rey en el anverso, y en el reverso la cruz
España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . ntino, resto de no sé qué edificio, indicael último confín del antio^uo arrabal de Burnao ó Bureo nuevo,incendiado en i 141 por García rey de Navarra, y arrasado com-pletamente á últimos del siglo xvi para abrir lugar á los fosos ybaluartes. Desde allí .se ve desembocar en el \alle, por un estre-cho desfiladero que conduce á Francia, al bullicioso Aragónentre amenas huertas y denegridas rocas, deslizarse por debajo (i) El sueldo se componía de doce dineros; su cuño más general era el bustodel rey en el anverso, y en el reverso la cruz sobre el árbol con el lema de Jaca, óAraoón. La moneda de cobre solía tener una cuarta parte de liga de plata. ARAGÓN 313 del puente con que luego tropieza, derramar vida y animaciónen torno suyo, y más adelante atravesar con imponente rumorel gigantesco arco de otro puente, junto al cual una cruz bizan-tina conserva en su pié las toscas efigies de los apóstoles y lasde Cristo y de su madre á cada lado. A corto trecho de allí el. ^ ^> cV J A (> A . — A N r IG U A s .\ h H A I. L A s río patriarcal recibe en su seno al Gas, menos envanecido porel aumento de su corriente, que por la victoria que le recuerdauna ermita consagrada á la Virgen con este título, y que eterni-za no sin poético colorido la tradición. Acababa el conde Aznar de libertar á Jaca, cuando por lagarganta occidental del valle, llamada la canal de Berdún, aso-maron dos innumerables ejércitos de agarenos decididos á reco-brar su presa; los esforzados libertadores, sin contar que eranuno por cada doscientos enemigos, salieron á recibirlos en elconfluente de ambos ríos á media legua de la ciudad, y peleabancomo leones con más brío que esperanza. De pronto blanqueópor la orilla del barranco viniendo de Jaca un crecido escuadrón 314 ARAGÓN puesto en orden de batalla, y la certidumbre de que un refuerzode francos había pasado los Pirineos para salvar á los cristia-n
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