Maximas polyticas, economicas, y singulares, deducidas de diferentes reglas, y preceptos generales para conservacion y avgmento de la nobleza; . ísiones dominan fobre la ra-zón, y mas con el fuego de la mocedad no obedecen á las le- yes, y preceptos, conílituidos á femejantcs pafsiones. Qiiicnhará que alterado el Mar en las borraícas de los vientos, y losElementos en fus inclinaciones ( que fon fus verdaderas paf-fiones ) obedezcan á las leyes de la templanza, y moderación ?Yo no lo alcanzo, lo que sé es, que fi queremos detener fu cur-fo, é inclinación natural contra fu violencia, fe enfurece


Maximas polyticas, economicas, y singulares, deducidas de diferentes reglas, y preceptos generales para conservacion y avgmento de la nobleza; . ísiones dominan fobre la ra-zón, y mas con el fuego de la mocedad no obedecen á las le- yes, y preceptos, conílituidos á femejantcs pafsiones. Qiiicnhará que alterado el Mar en las borraícas de los vientos, y losElementos en fus inclinaciones ( que fon fus verdaderas paf-fiones ) obedezcan á las leyes de la templanza, y moderación ?Yo no lo alcanzo, lo que sé es, que fi queremos detener fu cur-fo, é inclinación natural contra fu violencia, fe enfureceránmas, y hacen mayores impulfos contra la refiílencia de fusleyes : Eílo mifmo obfervamos en la mocedad mal regida, ypeor educada, que antes fe enfurecen con los remedios que fetemplan con las leyes: pero en los cafos defefperados nos ha-remos de valer de los remedios por no dexar el cafo defefpera-do de remedio, porque como dixo Celfo : ^os ratio non ref-tituit, temcritas adjubat. Concluyo diciendo, que poco im-porta faber muchos preceptos, filos neceíTarios, é importan-ees en la ocañon no eílán promptos. MA- Fol, 15. MAXIMA-S de la Virtud, y Chriíliandad. ¡EA LA PRIMERA , Q\^E DE-:bemos íer buenos, y verdaderosChriftianoSj no folo en las palabras,íino en las obras, porque no folodebemos á Dios el ser, fino el íer fuimagen, y eftolo pagamos en pa-recerle ; y el agradecimiento íemueñra en la realidad, de ferio, y con la guarda deíu Divina Ley, le obligamos á lu Divino amparo, y^protección. Muy parienta de la mentira es la malicia^ porque aí eíla ciega el candor de la verdad, y pierde fus A pre-


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