. Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Natural history. 350 boletín de la real sociedad española za ni desdoble, y conviene poner por dentro de los pliegues un poco de estopa ó viruta, que inapedirá que la piel, al acabar dese- carse, se resquebraje. Veamos ahora lo que debe hacerse con los cráneos correspon- dientes á las pieles, sean éstas chicas ó grandes. El cráneo se separa del cuerpo, desarticulando ó, mejor toda* vía, corlando á través de las primeras vértebras cervicales. Si se- trata de un micromamífero, el colector no debe intentar desear-. Fig. 12.—Manera de doblar y
. Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Natural history. 350 boletín de la real sociedad española za ni desdoble, y conviene poner por dentro de los pliegues un poco de estopa ó viruta, que inapedirá que la piel, al acabar dese- carse, se resquebraje. Veamos ahora lo que debe hacerse con los cráneos correspon- dientes á las pieles, sean éstas chicas ó grandes. El cráneo se separa del cuerpo, desarticulando ó, mejor toda* vía, corlando á través de las primeras vértebras cervicales. Si se- trata de un micromamífero, el colector no debe intentar desear-. Fig. 12.—Manera de doblar y empaquetar la piel de un mamífero de gran tamaño. narlo ni sacar el cerebro ni la lengua, porque correría peligro de- estropear ciertas partes delicadas (los premaxilares en los Rhino- lophiis, el occipital de muchos roedores); sino que, tal como lo ha separado del cuerpo debe ponerlo á secar, bien en un horno du- rante algunos minutos solamente, bien dentro de una caja llena de serrín, que es el procedimiento mejor. Aconséjase también se- car los cráneos colgándolos al sol ó delante del fuego, pero así se corre el peligro de que los invada la moscarda, ó de que un perro ó un gato hambriento se los lleve. Por supuesto, antes de secar un cráneo, debe alarse á él, pasando el hilo por la quijada, su correspondiente etiqueta, con el mismo número de orden que- lleve la piel del mismo ejemplar. Los cráneos grandes (del tamaño de un conejo en adelante) exi- gen mayores precauciones. Si el colector tiene los conocimientos suficientes para estar seguro de no estropear el hueso, quitará con cuidado los ojos, la lengua y las principales masas muscula- res y extraerá también el cerebro, pero sin agrandar el foramen, magnum, como aconsejan los tratados de taxidermia. Con un pa- lilo ó un trozo de caña que entre desahogadamente por dicho ori-. Please note that these images are extracted from scanned page images that may have been digitally enhanced
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