La Mujer . empleo, y su padre leenvía á casa de un amigo influyente, hablándoie antes enestos términos: —Te recibirá muy bién. Le dirás gue yo soy tu padrey le añadirás que eres liijo mío. ASI HAY MUCHOS En una tertulia se habla de un escritor que ha publi-cado muchas obras de escaso mérito. —Es un coleccionista de primer orden—dice su casa muebles de todos los estilos. —En cambio —contesta otro—sus libros no tienen nin-guno. DIALOGO AMOHOSO Julito está hablando con su novia.—¡Con qué frecuencia miras hoy el reloj de la chime-nea! observa la niña.—¡Qué! dice el novio. ¿Crees que
La Mujer . empleo, y su padre leenvía á casa de un amigo influyente, hablándoie antes enestos términos: —Te recibirá muy bién. Le dirás gue yo soy tu padrey le añadirás que eres liijo mío. ASI HAY MUCHOS En una tertulia se habla de un escritor que ha publi-cado muchas obras de escaso mérito. —Es un coleccionista de primer orden—dice su casa muebles de todos los estilos. —En cambio —contesta otro—sus libros no tienen nin-guno. DIALOGO AMOHOSO Julito está hablando con su novia.—¡Con qué frecuencia miras hoy el reloj de la chime-nea! observa la niña.—¡Qué! dice el novio. ¿Crees que me fastidio á tu lado?—No; lo que creo es que has empeñado el tuyo. * * * EN UNA OFICINA El jefe.—¿Qué significa eso. Rodríguez? ¿Quién es aquíel jefe? ¿Lo es usted ó yo? El empleado (melancólicamente).—Por desgracia, estoydemasiado persuadido de que no lo soy yo. El Jefe.—Pues si sabe usted que no es el jefe, ¿por qué<l!ee usted tantas majaderías?. C0SÍDUCCI0N