Revista Católica . ro en favor de la autoridad y usode le Tradición; con todo su fu-rza é irajiortan-cÃ-a se harÃ-a manifiesta por mucho- indicios. Enverdad, fué siempre grande el cuidado de disi-par toda sospecha de novedad en cualesquierasentencias y aun en los vocablos t(^oiügicos. AsÃ-los Obispos como los Concilios no se cansaronde protestar que sus sÃ-mbolos no contenÃ-an másque la doctrina heredada de sus santos Prede-cesores. El estudio principal en las controver-sias de fe consistió en confirma!- los dogmas conla autoridad de los antiguos, y demostrar quela sentencia contrarÃ-a
Revista Católica . ro en favor de la autoridad y usode le Tradición; con todo su fu-rza é irajiortan-cÃ-a se harÃ-a manifiesta por mucho- indicios. Enverdad, fué siempre grande el cuidado de disi-par toda sospecha de novedad en cualesquierasentencias y aun en los vocablos t(^oiügicos. AsÃ-los Obispos como los Concilios no se cansaronde protestar que sus sÃ-mbolos no contenÃ-an másque la doctrina heredada de sus santos Prede-cesores. El estudio principal en las controver-sias de fe consistió en confirma!- los dogmas conla autoridad de los antiguos, y demostrar quela sentencia contrarÃ-a era una inaovacio \ { los dogmas). ContÃLuaremos. (*) S. Barnab. ep. n. ]9.âIren. I. o. 1(-. vs. 2: c. 33. n. 8.âTerttill. Piaescript. ce. 8. 9.âS. , de .Sapdsuio contra Bona-tist. V. c. 20âAtlian. ep. enoyel, ad Episc.âS. EaÃ-il. tp. 175â^Vine. Lii-in. n. 26. (\) Las Actas de los Godcilios hablan do por sÃ-, Las soins cjta^CÃCÃPS Uerirtrirtij roUiinnns Oo nuestro pejiótü^o. 130-. POR EL llcT. Padre JasaEs José FraiscoDe la Compañia <ie Jesús.(Coniinuacion) âPues no lia sido asÃ-: esta madrugada andabapor las calles del Yaticauo, entre los hornos de cal yde ladrillos. âYo le he visto más tarde pasear por los barriosdel TranstÃ-ber. â â¿Y no le molestaba nadie? â¿Qué dices? Entra en todas partes sin hacer an-tesala: me han referido que hasta los judÃ-os acuden árodearle y obsequiarle; traen á su presencia á susciegos, sardos, paralÃ-ticos, en una palabra á todaclase de enfermos, á quienes bendice y cura. El queno puede llegar hasta él, procura tocar á lo menos lasorillas de su palio, pues salen de él maravillas. Plas-ta su sombra, al pasar, cura los enfermos. âMucho más hace que curar enfermos; pues ante-ayer resucitó un muerto. â¿Qué habrá dicho Simón Mago? âRabia, rechina los dientes y se consume: y tan-to más, que el muerto era un jovencito
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