El ingenioso hidalgo Don Quixote de la Mancha . , dando tal caida, que sin mo-ver pie , ni mano dio señales de que estaba muerto. Ape-nas le vio caido Sancho, quando se deslizó del alcorno-que , y á toda priesa vino donde su señor estaba, el qualapeándose de Rocinante fué sobre el de los Espejos, yquitándole las lazadas del yelmo para ver si era muerto,y para que le diese el ayre , si acaso estaba vivo , vio¡quien podrá decir lo que vio sin causar admiración, ma-ravilla y espanto á los que lo oyeren! Vio, dice la his-toria , el rostro mesmo, la mesma figura, el mesmo as-pecto , la mesma fisono
El ingenioso hidalgo Don Quixote de la Mancha . , dando tal caida, que sin mo-ver pie , ni mano dio señales de que estaba muerto. Ape-nas le vio caido Sancho, quando se deslizó del alcorno-que , y á toda priesa vino donde su señor estaba, el qualapeándose de Rocinante fué sobre el de los Espejos, yquitándole las lazadas del yelmo para ver si era muerto,y para que le diese el ayre , si acaso estaba vivo , vio¡quien podrá decir lo que vio sin causar admiración, ma-ravilla y espanto á los que lo oyeren! Vio, dice la his-toria , el rostro mesmo, la mesma figura, el mesmo as-pecto , la mesma fisonomía, la mesma efigie 3 la pers-pectiva mesma del Bachiller Sansón Carrasco, y así co-mo la vio , en altas voces dixo : acude , Sancho, y mi-ra lo que has de ver, y no lo has de creer: aguija, hijo,y advierte lo que puede la magia , lo que pueden loshechiceros y los encantadores. Llegó Sancho, y comovio el rostro del Bachiller Carrasco, comenzó á hacer-se mil cruces, y á santiguarse otras tantas. En todo esto Tom. 3. $.. cfavtuma G¿¿la¿ni>*?y dibujó PARTE II. CAPÍTULO XIV. IIQ no daba muestras de estar vivo el derribado caballero, ySancho dixo á Don Quixote : soy de parecer, señor mió,que por sí, ó por no, vuesa merced hinque , y meta laespada por la boca á este que parece el Bachiller SansónCarrasco, quizá matará en él á alguno de sus enemigoslos encantadores. No dices mal, dixo Don Quixote , por-que de los enemigos los menos, y sacando la espada pa-ra poner en efecto el aviso y consejo de Sancho, llegóel escudero del de los Espejos, ya sin las narices que tanfeo le habían hecho , y á grandes voces dixo : mire vuesamerced lo que hace , señor Don Quixote , que ese quetiene á los pies , es el Bachiller Sansón Carrasco su ami-go , y yo soy su escudero: y viéndole Sancho sin aquellafealdad primera , le dixo ¿y las narices? A lo que él res-pondió : aquí las tengo en la faldriquera, y echando ma-no á la derecha, sacó unas narice
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