Serafín el pinturero : o, contra el querer no hay razones . ACA.—Manda. LUCIO.—Hoy es día grande para mí. CARRACA.—Güeno está. LUCIO.—Arrea y tráete cuatro docenas de farolitos verbeneros pa ador-nar el patio. LEONCIO.—No hace falta, que los tengo yo en casa. LUCIO.—Entonces, arquílate un manubrio, cómprate cinco kilos de pas-tas varías, seis docenas de pasteles y encarga un pellejo de vino den cá Ci-priano. Le dices que lo mande del blanco ajerezao, que es el que me gusta. CARRACA.—(Tendiendo la mano.) Efertivo metálico. LUCIO.—(Sacando un billete de su cartera^ Ahí van diez duros. LEONCIO.—(
Serafín el pinturero : o, contra el querer no hay razones . ACA.—Manda. LUCIO.—Hoy es día grande para mí. CARRACA.—Güeno está. LUCIO.—Arrea y tráete cuatro docenas de farolitos verbeneros pa ador-nar el patio. LEONCIO.—No hace falta, que los tengo yo en casa. LUCIO.—Entonces, arquílate un manubrio, cómprate cinco kilos de pas-tas varías, seis docenas de pasteles y encarga un pellejo de vino den cá Ci-priano. Le dices que lo mande del blanco ajerezao, que es el que me gusta. CARRACA.—(Tendiendo la mano.) Efertivo metálico. LUCIO.—(Sacando un billete de su cartera^ Ahí van diez duros. LEONCIO.—(Mirando con codicia la cartera) ¡Vaya una de papiros!i Qué tío más simpático! (Lucio entrega el billete a Carraca, el cual saca unacartera algo estropeada, atada con muchas vueltas de cinta, que desenvuelve;guarda el billete en ella y vuelve a atarla, guardándosela luego) LUCIO.—(A Marciala.) Y usté convida a los vecinos y a sus amistades, quetengo yo gusto en ello. A más, que sé yo que algunos bocones de este patio. ARNICHES Y RENOVALES shan dejao decir de que si viejo, de que si paleto, y quiero que vean que patóos nacen las rositas frescas en estos madriles. Y va ser la garata en metadel patio. MARCIALA.—Y diga usté que sí, que se van a enterar hasta los cortos devista. LEONCIO.—(Cogiendo un dedo a Lucio. A Marciala.) Oye: fíjate en-estesortijón. LUCIO.—(Indiferente.) Náa. MARCIALA.—i Qué hermosura! LEONCIO.—¡Menuda juerga armamos! {Abrasándole^ ¡Pero qué sim-patía la de este hombre!... ¡Qué templao! MARCIALA.—Y ahora pa dentro, que va usté á oir á la chica. LUCIO.—Amos allá, que eso es lo principal. LEONCIO.—{Abrasando á Lucio y entrando en casa seguido de Marcia-la y Primitivo.] ¡Tenemos una alegría, señor Lucio! ¡Qué alegría tene-mos ! {Mutis.) CARRACA.—(Después de dirigirles una mirada despreciativa.) Efertivometálico. (Vase precipitadamente foro derecha) ESCENA XIV GUADALUPE del segund
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