. Fabulas. EL NIÑO MONO. A Curro el figurero,Grande remedador y gran gestero,Llevó su padre á ver con otros chicosUna porción de monos y de micos,Que, previa la licencia del charlatán al público enseñ se deja pensar que no de extravagante moneríaQue uno de los cuadrúpedos hacía,Currito la imitaba; Pero ¡cómo! tan bien, que sin empachoCon los bichos podíaCompetir y vencerlos el saltar allí, verle rascarse,Quebrantar una nuez, una avellana,Y al encontrarla vanaEscupir y enfadarse,Fué ver, no una persona, 62 OBRAS DE HARTZENBUSCH Sino la más estra


. Fabulas. EL NIÑO MONO. A Curro el figurero,Grande remedador y gran gestero,Llevó su padre á ver con otros chicosUna porción de monos y de micos,Que, previa la licencia del charlatán al público enseñ se deja pensar que no de extravagante moneríaQue uno de los cuadrúpedos hacía,Currito la imitaba; Pero ¡cómo! tan bien, que sin empachoCon los bichos podíaCompetir y vencerlos el saltar allí, verle rascarse,Quebrantar una nuez, una avellana,Y al encontrarla vanaEscupir y enfadarse,Fué ver, no una persona, 62 OBRAS DE HARTZENBUSCH Sino la más estrafalaria mona. —Usted con su cuadrilla (Le dijo en esto al charlatán el padre) Por fuerza gana patacones buenos, Porque en verdad, compadre, Para animales, de razón ajenos, El instinto que tienen maravilla; El habla sólo se les echa menos. —Ahí, señor don Roque (Respondió el charlatán), ahí es el toque. Seis años hace que ando A realitos ahuchando Cantidad que resulte razonable P


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